Los océanos son más diversos y están más conectados entre sí de lo que se pensaba hasta el momento, según el Primer Censo de la Vida Marina (CVM) dado a conocer este lunes, que revela también el gran impacto de la actividad humana en los mares.

El Censo, presentado en conferencia de prensa en Londres, es el producto de diez años de investigaciones a cargo de 2.700 científicos de todo el mundo, en uno de los proyectos científicos internacionales más importantes realizados hasta la fecha.

Los científicos invirtieron más de 9.000 días en 540 expediciones oceánicas, además de innumerables días trabajando en laboratorios y archivos marinos para hacer una evaluación exhaustiva.

El trabajo, que ha tenido un costo económico de 650 millones de dólares, muestra la gran diversidad y abundancia de todos los tipos de vida marina, desde los microbios a las ballenas, desde los polos a los trópicos y desde las costas a los fondos abisales.

La diversidad queda demostrada por los casi 30 millones de observaciones realizadas de 120.000 especies, organizadas bajo el Sistema de Información Biogeográfico del Océano (OBIS).

Esto sitúa el número de especies formalmente descritas en la literatura científica en algo menos de 250.000, aún muy lejos del más del millón de especies que pueblan los océanos, según las estimaciones de los especialistas en oceanografía.

El conocimiento completo de las especies todavía está en mantillas, según los autores de este trabajo, que recordaron que en Europa el 10% de especies (sin contar los microbios) aún están por describir, un porcentaje que aumenta al 38% en África del Sur, a casi el 60% en la Antártida, al 70% en Japón, y al 80% en Australia.

Los números son sorprendentes cuando la cuenta se circunscribe únicamente a los peces, de los que en febrero pasado había 16.764 especies descritas, pero de los que queda mucho por saber.

Los autores de este estudio explicaron que se siguen descubriendo anualmente entre 100 y 150 nuevas especies de peces, y que la estimación es que aún quedan otras 5.000 por descubrir.

38.000 bacterias en un litro de agua

En el caso de los microbios, las cifras son mareantes, ya que en un litro de agua marina se encuentra una media de 38.000 bacterias microbianas y en un gramo de arena marina entre 5.000 y 19.000, lo que resulta en una proyección de que son más de 1.000 millones los distintos tipos de microbios que pueblan los océanos.

El australiano Ian Poiner, presidente del Comité de Coordinación del Censo, explicó que esta gigantesca tarea está sólo en sus primeras fases: "la era de los descubrimientos continúa".

Poiner manifestó ante la prensa que pese a "lo desalentador que puede resultar intentar abarcar los extremos de la naturaleza (...), hemos superado las dudas iniciales de que el censo era posible".

El proyecto, añadió el científico australiano, "ha definido de una manera sistemática por primera vez tanto lo conocido de los océanos, como las vastas áreas desconocidas y no exploradas".

Poiner indicó que es difícil no exagerar cuando se habla de la belleza, la maravilla y la importancia de la vida marina: "toda la vida de la superficie depende de la vida dentro y debajo de los océanos. La vida marina genera la mitad de nuestro oxígeno, mucha de nuestra comida y sirve de reguladora del clima".

"Todos somos ciudadanos del mar. Y aunque hay mucho por conocer, incluidas al menos 750.000 especies, ahora tenemos un mejor conocimiento de nuestros compañeros de viaje y del enorme hábitat que ocupan en este planeta", subrayó Poiner.

Ubicuidad de las especies

La conexión entre los océanos quedó de manifiesto por el seguimiento exhaustivo de las migraciones y por la constatación de la ubicuidad de numerosas especies en aguas de todo el mundo.

No obstante, las comparaciones de este censo con antiguos documentos, en los que se habla de la riqueza inagotable de los mares, muestra de que hay "un declive generalizado de la abundancia marina", siendo una excepción la recuperación de especies.

El censo también es indicativo de que los océanos "están más alterados de lo que se esperaba" como consecuencia de la contaminación causada por la actividad humana.

En este sentido, el proyecto ha servido para medir los cambios climáticos causados por los vertidos de petróleo.

Tras la presentación del Censo, 300 expertos se reunirán hasta el jueves en la Royal Institution of Great Britain, la Royal Society y el Museo de Historia Natural de Londres para analizar los resultados de esta década de investigación y considerar sus implicaciones.

Será la introducción de un debate más profundo en el marco de la Conferencia Mundial sobre Biodiversidad Mundial que se celebrará en septiembre del año que viene en Aberdeen (Escocia).