Los países de la Unión Europea (UE) han apoyado suavizar la prohibición o restricción de ciertos aditivos empleados para mejorar el sabor de los cigarrillos, medida recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), informaron hoy a Efe fuentes comunitarias.

Los embajadores de los 27 países comunitarios han llegado a un acuerdo, esta semana, sobre una posición conjunta respecto a la necesidad de regular los ingredientes como azúcar o aromas, destinados a que el tabaco tenga un mejor olor o sabor.

El Comité de Representantes Permanentes (Coreper) -formado por embajadores de los países comunitarios- respaldó, por mayoría, una postura "más flexible" que la planteada por la OMS dentro de la revisión de los artículos 9 y 10 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, según la misma fuente.

En concreto, los países pidieron que la prohibición o restricción de esos ingredientes en el tabaco esté "ligada a evidencias científicas".

Por otro lado, la UE apoya que ciertos "aditivos tecnológicos" se usen si son necesarios para la fabricación de los cigarrillos, pero no para hacerlos "más atractivos".

Esta posición, que deberá aprobar formalmente un Consejo de ministros comunitario, será defendida por la Unión Europea (UE) en las negociaciones de la convención de la OMS sobre control del tabaco, que se celebrará en Uruguay a mediados de noviembre.

Los miembros de la OMS tratarán de pactar "orientaciones" para evitar el tabaquismo, con carácter general, por lo que el resultado de Uruguay no implicará que de un día para otro se dejen de permitir los citados aditivos del tabaco.

Sin embargo, la idea es impulsar medidas para controlar el consumo del tabaco y un acuerdo puede suponer el inicio de un proceso para que en el futuro, Bruselas proponga por ejemplo, dicha prohibición, según la fuente comunitaria.

Los azúcares y otros edulcorantes son empleados en muchos tipos de cigarrillos, entre ellos los "americanos", producidos a partir de las variedades de tabaco más cultivadas en Europa, "Burley" y "Oriental".

Con las restricciones a estos aditivos, la OMS pretende reducir el atractivo de los cigarrillos para los consumidores.

La industria tabacalera, por su parte, considera que la prohibición de algunos de los ingredientes que se suelen mezclar con las variedades de tabaco cultivadas en la UE mermaría su demanda y pondría en peligro el empleo de unos 70.000 agricultores y 2.500 en España, según datos de la Unión Internacional de Cultivadores de Tabaco (Unitab).

En España el porcentaje de tabaco Burley es el 20 por ciento de la producción, pero concentra al 50 por ciento de los agricultores, debido al predominio de la mano de obra familiar en explotaciones pequeñas.