La escritora valenciana Carmen Amoraga logró la noche del pasado viernes cumplir uno de sus sueños: convertirse en la finalista del premio Planeta, con su obra El tiempo mientras tanto.

Amoraga (Picanya, 1969) presenta El tiempo mientras tanto como una novela coral que trata de la relación de dos mujeres completamente desconocidas, a pesar de ser madre e hija. Un accidente que deja en coma a la hija les ofrece la oportunidad finalmente de conocerse.

Se trata de una obra «muy viva» y de construcción «muy complicada, porque tiene muchas voces e ideas recurrentes», añade Amoraga, que comenzó su actividad en el periodismo.

La idea de El tiempo mientras tanto surgió poco después de haber quedado finalista de la edición de 2007 del Premio Nadal con Algo tan parecido al amor, su anterior novela.

Amoraga explica que escribió su quinta novela «más como madre que como hija» y que, aunque al principio la hija iba a ser la protagonista, finalmente fue la madre quien se quedó con el papel principal.

La escritora valenciana ha recurrido a estas voces femeninas para reflexionar sobre las relaciones más próximas, pero advierte de que en esta novela hay también personajes masculinos.

La finalista del Planeta rechaza con rotundidad la etiqueta de «literatura femenina» aplicada a las novelas protagonizadas por mujeres y precisa que «nadie habla de literatura masculina cuando los protagonistas son hombres».

Carmen Amoraga logró el viernes por la noche lo que nunca acaba de lograr en sus pensamientos. «Cuando imaginaba que quedaba finalista del Planeta no llegaba a recibir el premio, porque me quedaba dormida antes», cuenta la escritora.

Ahora le espera una «enriquecedora» gira de presentación de las novelas galardonadas junto a Eduardo Mendoza, a quien, según revela, debe su apodo familiar.

«En mi casa me llaman 'Pajarito' por un personaje de 'La verdad sobre el caso Savolta' (la primera novela de Mendoza), Domingo Pajarito de Soto, que era una periodista, y como yo quería ser periodista desde pequeña, me quedé con el apodo», explica.

Amoraga, que también obtuvo el premio de la Crítica Valenciana con Para que nada se pierda, reconoce que el «realismo mágico» de sus primeras novelas fue evolucionando hacia un estilo «más directo y ágil», hacia una forma de escribir «más realista y positiva», en la que se reconoce la impronta de sus colaboraciones periodísticas.

Tras el nacimiento de su primera hija escribió Todo lo que no te contarán sobre la maternidad, un libro, a modo de guía, que además incluye su experiencia personal y entrevistas a diversas personalidades sobre sus experiencias personales, así como Palabras más, palabras menos, una recopilación de sus artículos en prensa.