Mavi Escamilla, veinte años después en la remozada sala de Rosa Santos de la calle Bolsería (hasta el 6 de noviembre). De nuevo, la calavera, la pistola, el corazón, las flores. "Me siento muy a gusto con esas imágenes. Las llevo conmigo desde finales de los 80. Me gustan porque tienen mucha carga simbólica. Si ves un signo del dólar piensas en dinero, la pistola en violencia, un corazón en amor, toda esta información la tienen implícita y eso me parece muy potente". Y puntualiza: "En mis cuadros no hablo de pistolas, dólares o calaveras, hablo de codicia, ambición, falta de escrúpulos, violencia".

No duda en contestar al preguntarle sobre cómo se definiría: "Soy una pop, aunque esté mal decirlo. Soy una pintora que tiene como base de su obra la fotografía, ecojo las imágenes ya procesadas de revistas, libros, carteles y las transformo en mis cuadros. Creo que es todo lo pop que me ha quedado. No soy una pintora amable y colorista, amante de las marcas comerciales".

Se interesa más por el dibujo. Incluso ha llegado a manifestar que no pinta, sino que dibuja. "Prefiero dibujar que pintar con pincel. La técnica que utilizo en las zonas mas figurativas es encáustica, cera negra que extiendo y luego rasco con una especie de punzón. El gesto que hago es el mismo que cuando dibujo, lo único que cambia es que voy del negro al blanco".

No es de extrañar que no utilice pinceles para su obra. "Cuando pinto prefiero la abstracción, me gustan los chorretones, las manchas, el gesto. La unión de estas dos pulsiones es lo que da ese aspecto a mi obra".

Y, claro, la austeridad cromática parece evidente. "El color es mi asignatura pendiente. Con el tiempo ha desaparecido y me siento más cómoda, no creo que el color pueda aportar significado a mi trabajo, con el blanco y negro se pude decir todo".

¿Se puede hablar de algún parentesco con el gótico del siglo XXI? "A mi lo de gótico me hace pensar en catedrales. Y no creo que sea pionera. En los 80 yo era una punk-siniestra. Estaban Joy Division, Velvet underground Siouxie, los Ramones É Si hay algún pionero serán ellos. Esa estética me dejó huella".

La exposición que ahora presenta la ha titulado Naturalezas muertas. "Es un juego de palabras, hace referencia al género del bodegón. Pero también a esa parte muerta que tenemos todos para comerciar con armas, personas, con el dinero como único fin", reflexiona.