¿Qué le dice Manolo a Escobar?

Manolo es muy escobarista y Escobar muy manolista.

¿Qué cuenta en su espectáculo?

La mitad es un retazo de la vida de Manolo García, que salió de Almería a los 14 años y fue a Barcelona, allí se hizo hombre, conoció a su mujer y se hizo artista. Ahora ya seré Manolo Escobar toda la vida.

¿Se siente un símbolo de España?

Lo que me siento es muy querido. Hay artistas mejores que yo, pero no tan queridos.

¿Y nunca temió que se quedaba fuera de onda?

Nunca, sigo teniendo fans. Y fans jóvenes.

Como Dámaso, de "Gran Hermano". Entre él y el "manteo" al que le sometió la Selección Española está usted de actualidad en "youtube".

A Dámaso lo conocía de antes y estoy muy agradecido, pero hay muchos Dámasos, muchos jóvenes que cantan mis canciones.

¿Habrá alguien que no haya cantado alguna vez una de sus canciones, sobrio o menos sobrio?

Ni aquí ni fuera. Tú dices fuera soy de España y te sueltan el Que viva España. Y eso que yo no quería cantar esa canción al principio de ninguna de las maneras.

Es que la letra se las trae...

Era un Viva Cartagena. Ahora me arrepiento de no haberla captado en un primer momento. Ahora dan un disco de oro por cada 50.000 copias. Yo vendí más de seis millones y medio y me dieron uno.

Hizo mucho cine. ¿Siente que no se le ha reconocido en esa faceta?

No, pero yo lo comprendo. El cine es otra cosa. Yo hacía cine porque cantaba. Me conformo con que la crítica dijera que al menos estaba a la altura, que no desentonaba con los demás. Pero creo que tengo tres o cuatro canciones entre las más vistas de la historia del cine español.

También es que era un cine asociado a la política de "pan y circo" de la dictadura. ¿Le ha pesado esa etiqueta?

Era el cine que hacían Rafael o Serrat, lo que pasa es que yo era más popular, más del pueblo. Sí me pusieron esa fama de cantante franquista, pero no me ha marcado.

La salud no se ha portado bien con usted.

Pues no, no muy bien. Pero tengo 79 años y medio. Así que si la vida no me ha tratado bien en eso, sí en la recuperación. He sufrido tuberculosis, cuando yo me he ganado la vida con el pulmón, me han operado dos veces a corazón abierto, pancreatitis, el cáncer... y aquí sigo, ¡pues me ha tratado mejor de lo que parece!

¿A usted no le baja nada del escenario?

Nada, el público es lo único.

¿No es difícil cantar sonriendo?

Los cantantes flamencos se ponen muy feos al cantar, yo lo hago con una sonrisa en los labios. No es complicado.