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Guillem March (Palma, 1979) es la mano que pinta a las mujeres en DC Comics, una de las factorías de superhéroes más importantes del mundo junto a Marvel. Este joven no es nuevo en la casa: ya hizo lo propio con las sinuosas sirenas de Gotham City. Y ahora, ya familiarizado con el universo Batman, el encargo es de mayor envergadura: resucitar a Catwoman, la heroína, o mejor villana, que se obsesionó con el hombre murciélago, atraído por la sin par belleza de la gata negra. Química entre los dos personajes había. Sin duda.

La actualización del cómic coincide con la recuperación por parte de la editorial de 52 series históricas de superhéroes. Todas ellas se publicarán a partir del número 1 en EE UU el próximo septiembre. Y estarán disponibles en dos formatos: tanto en papel como en digital. Su periodicidad será mensual. A España llegarán medio año más tarde, ya entrado el 2012. El revival se llevará a cabo, por supuesto, con historias nuevas. "De lo que se trata es de rejuvenecer a todos los personajes desde el principio para conectar con nuevo público", explica March, colaborador de Diario de Mallorca -del grupo Editorial Prensa Ibérica, al que también pertenece Levante-EMV- que trabaja desde su estudio en España con los norteamericanos. Catwoman fue creada por Bill Finger y Bob Kane, e hizo su primera aparición en el primer número de Batman, en la primavera de 1940. En 1993 la continuó el artista Jim Balent. "La heroína es uno de los personajes que ha cambiado menos en lo que a traje se refiere. Es ceñido y de látex y cuero negro", continúa el dibujante. Su pelo es negro y corto, pero es blanca, no como la actriz Halle Berry, que se metió en la piel de la heroína en el celuloide. El personaje, apunta March, está enfocado también a la próxima Catwoman, que aparecerá en la tercera de Batman realizada por Christopher Nolan. Anne Hathaway será quien se ponga gatuna en 2012.

March reconoce su destreza para esculpir a lápiz cuerpos femeninos. Trazos generosos, líneas de decisión y movimento para la carnalidad humana. "Las mujeres me las dan a mí. Las hago siempre sexys. Me piden féminas voluptuosas, de caderas anchas y cintura estrecha. Y a partir de ahí trabajo mi estilo", detalla.

En el primer número, el guionista obvía los orígenes de esta femme fatale que juega a la ambigüedad moral, ya que es suficientemente conocida por el público. Catwoman forma parte del imaginario colectivo. Las acciones, trazadas por el guionista Judd Winick, van dirigidas a un público nuevo que está acostumbrado a los filmes de Batman y a tramas más adultas.

La sinopsis del cómic reza: "Catwoman es adicta a la noche. Adicta a los objetos brillantes. Adicta a Batman. Pero sobre todo, es adicta al peligro. No puede evitarlo y la verdad es que no quiere. Ella es buena haciendo de mala, y muy mala haciendo de buena".

Diversión oscura

Cuando Winick habla de este cómic utiliza la expresión "diversión oscura". Catwoman es un personaje muy consciente de su sexualidad, una de las partes más explotadas en la historieta. Y una ladrona. Hay que recordar que originariamente hurtaba joyas embutida en un traje de gato negro. Su nombre original es Selina Kyle, azafata de una línea de aviación.

En una entrevista, el guionista afirmó que el trabajo de March con Catwoman es "vibrante" y que sabe tanto dibujar a gente sexy como a personajes realmente horribles.

Con el trazo de las "Sirenas de Gotham"

Hace apenas dos años, March se puso a multiplicar los atributos de las Sirenas de Gotham City para DC Cómics. Una de aquellas mujeres voluptuosas ya era Catwoman, que iba acompañada de Poison Ivy y Harley Quinn. El guión de las Sirenas llevaba la firma de Paul Dini, muchos años vinculado al personaje de Batman. El cómic narra las aventuras de tres féminas, enemigas de Batman, a excepción de Catwoman, su única aliada. Ya en la revista americana "Wizard", se advertía que March era "uno de los talentos a seguir en 2009". El reconocimiento global también le ha llegado como portadista, una faceta que le han comenzado a reclamar y que ha defendido con los personajes Oráculo y Azrael, la exBatgirl de toda la vida y una suerte de templario que pulula por Gotham, espada en mano. El dominio de la figura femenina que tiene March no le ha encasillado, pero se le requiere con asiduidad. La anatomía es su fuerte, sobre todo la de mujer. March es disciplinado y tiene un buen ritmo de trabajo. Con Catwoman tiene mucho avanzado, lleva dos meses con el lápiz ocupándose de dar forma a las historias rubricadas por Winick. De momento, enseña la portada: la antiheroína de negro sobre el saliente de un edificio con su botín: diamantes.