Un equipo de egiptólogos dirigidos por José Manuel Galán ha hallado en Luxor (Egipto) un depósito con más de 80 figuras de barro, de 15 centímetros cada una y una antigüedad de 3.000 años, que pudieron pertenecer al ajuar funerario de un sacerdote.

En rueda de prensa junto a la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, Galán señaló ayer que estas estatuillas pintadas, denominadas shabtis, acompañaron al sacerdote "para hacer en su nombre tareas agrícolas".

Las figurillas constituyen uno de los principales descubrimientos de la décima campaña del proyecto Djehuty en la necrópolis Dra Abu el-Naga, en la orilla occidental del Nilo en la antigua Tebas, que se vio interrumpido por el estallido de la revuelta popular el pasado febrero en Egipto.

Se calcula que las figurillas pueden ser 80 -aunque aún faltan algunas por desenterrar- y representan al difunto momificado, sujetan dos pequeñas azadas para labrar y portan a la espalda un pequeño saco de semillas. Algunas de ellas se distinguen por adoptar la apariencia de capataces o rais, ya que en la mano llevan un flagelo o pequeño látigo, y tenían como fin acompañar al difunto en el más allá. Una inscripción identifican al propietario, Su-en-amon, que vivió durante la dinastía XXI, hacia el año 1000 antes de Cristo. La importancia del descubrimiento reside en que la zona está "intacta desde época antigua", hace al menos 3.000 años. El hallazgo indica, además, que los ladrones y egiptólogos del siglo XIX y principios del XX no tocaron el terreno.