El Hospital de Sant Joan de Déu de Esplugues ha conseguido que una mujer, a la que habían tenido que extirpar los ovarios hace diez años por una tumoración, se quedara embarazada después de un autotrasplante de parte del tejido ovárico que se había podido conservar congelado.

El responsable del caso y jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Sant Joan de Déu, Justo Callejo, ha explicado que "se ha dado algún otro caso mujeres con afectación ovárica (a las que falta alguna parte de los ovarios) que han podido quedarse embarazadas, pero ésta es la primera vez que una mujer sin ovarios lo logra". Ha explicado que "la mejor manera de conservar tejido ovárico es el propio interior de la mujer", pero en este caso era imposible. Esta primavera, la paciente, recuperada de su afección, se dirigió de nuevo al centro y expresó su voluntad de ser madre y, por tanto, su decisión de que le autotrasplantasen el tejido ovárico extirpado. Los cirujanos le realizaron dos pequeñas incisiones y en un lugar muy cercano a la ubicación natural de los ovarios introdujeron los fragmentos de tejido ovárico descongelado de la paciente. La novedad es que los profesionales de Sant Joan de Déu incorporaron al tejido unos factores de crecimiento que extrajeron de la sangre de la paciente con el objetivo de favorecer la revascularización de este tejido para que se pudiera hacer más grande.

El doctor Justo Callejo recuerda que cuatro meses después de la operación, "la mujer comenzó a ovular y tuvo su primera menstruación, después de diez años ".

Los profesionales del centro hospitalario comenzaron entonces el proceso de fecundación in vitro que ha culminado con el embarazo de la mujer. "Ahora tenemos un embarazo, muy reciente todavía, pero detectamos señal de corazón y un desarrollo normal y similar al de cualquier mujer", ha dicho Callejo.