Heredó de su madre, la mítica Grace Kelly, la belleza y distinción que siempre la acompañó. Ayer cumplió 55 años. Con el poso del tiempo, Carolina de Mónaco disfruta de una serena madurez al lado de sus hijos, que parecen haber cogido el testigo de la que sin duda fue la mujer más fotografiada del mundo.

Caroline Louise Marguerithe Grimaldi Kelly, la primogénita de los príncipes Raniero III de Mónaco y Gracia Patricia, nació el 23 de enero de 1957. Fue la heredera de los derechos dinásticos del principado hasta el 14 de marzo de 1958, fecha en la que nació su hermano el príncipe Alberto, ya que la ley monesgasca da prioridad al hombre sobre la mujer.

Relevada de esta "carga", Carolina se convirtió en "reina de corazones". Jovencísima, el 28 de junio de 1978, contrajo matrimonio con el playboy Philippe Junot, con la oposición de la familia. Se divorciaron dos años después. A la muerte de su madre, en 1982, se convirtió en primera dama. En 1983 volvió a casarse con el multimillonario italiano Stefano Casiraghi, con quien tuvo tres hijos y que falleció de forma trágica. En 1999 se casa con Ernest de Hannover y tiene su cuarta hija. Hoy, está separada de Hannover; la primera dama del principado es Charlene tras su boda con Alberto y ha pasado el testigo de belleza codiciada por las portadas de todas las revistas a su hija Carlota.