Gregor, el telescopio solar más grande de Europa ha sido inaugurado hoy en el Observatorio del Teide (Tenerife), desde donde ayudará a observar y comprender mejor los procesos solares y también los que se producen en la mayoría de estrellas del universo.

Durante la inauguración de Gregor, promovido por un consorcio alemán, el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Francisco Sánchez, ha dicho que esta infraestructura es una muestra de cooperación que ayuda al desarrollo, en un momento en el que hay fuga de cerebros.

El coste de este telescopio y de sus primeros instrumentos es de unos 12,85 millones de euros, asumidos en gran parte por los institutos del consorcio alemán, que son, además del citado, el Instituto de Astrofísica de Postdam-Leibinz y el Instituto de Investigación Solar Max Planck en Katlenburg/Lindau, como socios.

También participan el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), así como el Instituto de Astrofísica de Göttingen y el Instituto Astronómico de la Academia de Ciencia de la República Checa.

El telescopio solar Gregor está en el Observatorio del Teide y ayudará a comprender mejor los procesos físicos que se producen en la mayoría de estrellas del universo, y a resolver cuestiones como la forma en la que la actividad solar afecta e incluso daña los satélites y las redes de energía de la Tierra.

Gregor permitirá observar la atmósfera solar con una resolución no lograda hasta ahora y tiene una apertura de 1,5 metros, superior a la del resto de telescopios solares instalados en los observatorios del IAC, ha explicado el Instituto de Astrofísica de Canarias.

La resolución espacial, espectral y temporal permite que los investigadores puedan seguir los procesos físicos en la superficie del Sol en escalas tan pequeñas como 70 kilómetros.

En el acto de inauguración celebrado hoy también han participado el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior; la ministra del land Baden-Württenberg, Theresia Bauer; el presidente del Leibniz Association, Karl Ulrich Mayer y la responsable del Max Planck Association, Natalie Macknow.

Este telescopio ha sido diseñado para realizar observaciones de la fotosfera solar, que es la capa de la que procede la mayor parte de la luz y el calor que se reciben en la Tierra, y en la cromosfera, que es la capa de la atmósfera solar que se sitúa justo encima de la anterior.

El diseño de este telescopio solar es totalmente abierto, al contrario de lo que ocurre con el resto de telescopios solares, de forma que su cúpula se sustituye por un techo retráctil que se abre para que el viento circule y de ese modo evitar el sobrecalentamiento de la estructura y de los espejos.

El espejo primario es una estructura ligera compuesta por un material especial que no se deforma al ser sometido a la radiación solar y, para evitar turbulencias internas, el espejo es refrigerado por su parte posterior.