El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero reconoció ayer en Lanzarote que su tiempo como referente de la política nacional ha pasado. «Ocuparé mi tiempo en ayudar al país en lo que pueda, pero mi actitud con la vida política nacional es en modo silencio, en modo off», dijo en el encuentro con un grupo de periodistas en el Castillo de San José en Arrecife. El ex mandatario socialista sostiene que no será una especie de francotirador político dentro de su país.

Lo que sí tiene claro Zapatero es que sus reflexiones sobre la crisis económica que sacude a la sociedad española verán la luz en los próximos meses en forma de libro. De hecho, aprovechará su estancia vacacional en la isla de los volcanes para continuar con la escritura de un libro que, a su juicio, «dará mucho que hablar» por el valor que puedan tener sus opiniones sin la presión y la responsabilidad que tienen tanto los que gobiernan en estos momentos como los que ejercen labores de oposición.

Zapatero dijo que era consciente del rechazo que su persona suscita en una parte de la sociedad española. «Respeto todas las valoraciones y críticas que he recibido, pero siempre entendí que quien tiene la máxima responsabilidad es también el que tiene las máximas exigencias».

No obstante, está convencido de que ahora lo importante «es ver cuanto antes la recuperación económica y la confianza en nuestro país». Para ello es vital el papel que desarrolle el Banco Central Europeo (BCE). Una entidad que, a su juicio, «tiene que ser eso, central y europea, con todas las consecuencias, para favorecer la estabilidad monetaria y evitar la presión excesiva sobre las primas de riesgo».

El ex presidente confía en que la recuperación económica llegue en un «tiempo razonable» y que la situación mejore rápidamente, porque es «apremiante». Preguntado sobre los momentos más duros que vivió al frente del Gobierno, indicó que, sin lugar a dudas, fueron los relacionados con los atentados de ETA. Su mejor recuerdo desde el punto de vista personal «es el cariño que he recibido de la gente, de los ciudadanos anónimos; y desde el punto de vista político, la hipótesis de ver que no hay más terrorismo».

Zapatero insinuó que no es partidario de formar parte de consejos de administración de empresas privadas como otros ex presidentes.

El ex presidente y su mujer, Sonsoles Espinosa, han alquilado una pequeña villa en el sur de Lanzarote, donde se alojarán hasta mediados de mes. Su intención es adquirir una vivienda en una isla de la que está enamorado. «Pretendo seguir descubriendo Lanzarote, me gusta mucho, la conocí por primera vez hace diez años».

Zapatero confiesa que sería un buen agente turístico para Lanzarote. No en vano llegó a grabar un pequeño spot para el Cabildo conejero hablando de las excelencias de la isla. «Siempre que puedo recomiendo a mis amigos que vengan». ¿Y si tuviera que invitar a alguna personalidad política que haya conocido?, preguntó un periodista. «Pues creo que a Angela Merkel», con la que dijo que mantuvo una buena amistad. Añadió que a la canciller alemana la invitaría para mostrarle la isla y dialogar.