El verano es la época del año en la que las residencias de animales tienen más demanda. Estos centros son la mejor alternativa cuando se decide no viajar con las mascotas o si en el alojamiento que se ha escogido no se admiten animales, por diversas circunstancias. Sin embargo, hay que elegir una residencia donde el bienestar del animal este garantizado.

La oferta de alojamientos y opciones para viajar con mascotas se ha ampliado en los últimos años en España, pero aun no hay un alto nivel de tolerancia y disponibilidad de oferta de otros países europeos. Por este motivo, contratar los servicios de una residencia es una buena solución, si bien para elegir la más adecuada hay que buscarla con tiempo, visitar y comparar. Una pista bastante fiable para elegir centro es tener en cuenta las referencias positivas de personas de confianza que hayan tenido su animal en esa residencia.

Existen numerosas residencias felinas y caninas donde poder alojar a las mascotas en caso de irse de viaje. Todas ellas adoptadas para poder garantizar el bienestar de los mejores amigos.

Una opción para tener al animal más cerca es elegir una residencia en el lugar de destino de nuestras vacaciones. Los precios de las residencias de animales en España varían en cada comunidad autónoma. Las tarifas, que dependen de los servicios que se ofrezcan, oscilan entre 10 y 22 euros diarios. Hay residencias con hilo musical y actividades recreativas, como una pista para hacer ejercicio. Otras tienen piscina, aire acondicionado y calefacción. Incluso, algunas cuentan con circuitos de televisión para que los dueños puedan ver a su animal a través de Internet.

Si hay posibilidad, se puede hacer una visita previa con el perro para que el lugar le resulte conocido cuando tenga que quedarse. Es recomendable que el animal este unas horas en la residencia para que se familiarice con las instalaciones y el entorno. No hay que olvidar dejar un teléfono de contacto, por si surge algún imprevisto. También se puede llamar a la residencia para preguntar por el animal.

Una opción para tener al animal más cerca es elegir una residencia en el lugar de destino de las vacaciones. De esta manera, se podrá visitar cuando se quiera al perro, que lo agradecerá, y lo más importante, hacer actividades con él: paseos o excursiones.