Un estudio elaborado por científicos japoneses ha demostrado que las consecuencias del desastre de Fukushima se están haciendo notar en la fauna del país. Concretamente, han detectado malformaciones y mutaciones que el material radiactivo ha provocado en mariposas.

En el trabajo, publicado en la revista 'Scientific Reports', se detalla que se han detectado hundimientos en los ojos de los insectos analizados, así como irregularidades en alas y antenas.

El autor principal del estudio, Joji Otaki, ha explicado que los animales utilizados en la investigación se recogieron dos meses después del accidente en la planta nuclear en 10 localidades del país, incluyendo Fukushima. En total, se estudiaron 144 ejemplares adultos de la especie 'Zizeeria maha'.

Otaki ha indicado que cuando se produjo la catástrofe nuclear las mariposas se encontraban en estado larval. Tras su crecimiento, los expertos han podido constatar que "en las zonas de mayor radiación las mariposas tenían alas anormalmente pequeñas y ojos desarrollados de forma irregular".

Además, los científicos crearon un programa de reproducción de esos ejemplares en laboratorios, a unos 1.750 kilómetros del lugar del accidente, en sitios con radiación prácticamente no detectable. Fue en estas nuevas generaciones que los investigadores comenzaron a constatar anormalidades en las antenas, que cumplen un papel crucial para la exploración del hábitat y la búsqueda de pareja.

Seis meses después, los científicos recolectaron nuevamente mariposas de las mismas 10 localidades y encontraron que el número de mutaciones en los ejemplares del área de Fukushima era más del doble del de otros sitios.

De este modo, el estudio concluye que el alto índice de mutaciones se debe, no sólo a que las mariposas ingirieron alimentos contaminados, sino al material genético recibido de la generación previa que no presentaba anormalidades morfológicas.

Se trata de una resolución "sorprendente", según ha señalado Otaki, un científico que lleva estudiando desde hace una década a esta especie de mariposa. Según ha indicado, estos insectos se creían "muy resistentes a la radiación" de ahí que los resultados fueran "inesperados".