Ha dicho recientemente que a la burbuja inmobiliaria le seguirá la burbuja turística. ¿Qué quiere decir?

Somos la única industria que está funcionando en este país, recibimos más turistas que nunca, pero es por los problemas del Mediterráneo, la Primavera ÁrabeÉ Hay crisis en Europa y España queda cerca. Pero es coyuntural. Es una burbuja porque no hemos hecho nada para merecer lo bien que nos va. No ha habido un plan para construir hoteles, no se han mejorado las plantas hoteleras, no se da mejor servicioÉ Hay tres cosas fundamentales que en este país no se hacen: mejorar hoteles, enseñar al personal a sonreír y hablar inglés. ¿Cómo pretendemos pelear con sitios fantásticos, más baratos, exóticos y en los que todo el mundo habla inglés y te sonríe? No hemos hecho nada y estamos diciendo: "qué buenos somos". Cuando la gente empiece a tener dinero para viajar más lejos dejarán de venir a España. Tenemos que reinventarnos. Es una gran burbuja.

Hace hincapié en lo de sonreír.

Sí, no hace falta irse muy lejos, a Marruecos o a Turquía, todo el mundo te saluda, te sonríe, habla inglésÉ Estamos durmiéndonos en los laureles. ¿Cómo es posible que sigamos sin hablar inglés? ¡Somos el segundo país que más gente recibe y nadie habla inglés! Es una vergüenza. Si somos inteligentes, empezaremos a hacer reformas y a tratar mejor a la gente. Se nos ha olvidado que vivimos del turista.

De la agencia que nos gestionaba el viaje a buscarlo todo nosotros a través de internet. ¿Cuál es el siguiente cambio?

Si lo supiera, ya estaría montando la empresa. La gente se confunde al pensar que internet y las redes sociales son para promocionar tu negocio. Veo las redes e internet como una forma de estar hablando en tiempo real, de tú a tú, con tu cliente. Antes, la señora María, que tenía una frutería, hablaba directamente con su clienta, le recomendaba el género y, si a esta no le gustaba, se lo decía. En los años 70 y 80 eso desapareció, lo hacías todo a través de la agencia de viajes. Si no te gustaba un hotel, te ibas, no ponías una queja y el hotelero no se enteraba. Hemos vuelto a la época de María la frutera. Cuando algo no le gusta a un cliente, lo sabes. Internet es una forma de medir si mis hoteles funcionan bien y tener el control de lo que piensan los clientes.

¿Cómo lleva lo de salir en la prensa rosa?

Soy respetuoso con la prensa y ella lo es conmigo. Saben que hay un límite, mi vida privada.

¿Eso le quita seriedad como empresario?

Me la refanfinfla, pero pienso que no. Vivo mi vida para mí, no para la prensa, no me preocupa lo que piensen los demás. Tengo muy claro lo que quiero hacer, lo que quiero ser y cómo quiero llevar mi vida. No soy de los que cotillea y habla. No me interesa. Mi vida está muy llena como para tener que preocuparme de lo que opine la gente.