El famoso toro de Iriépal estuvo a punto de colarse ante la sorpresa de todos en la A-2. Salió de las calles de la pedanía de Guadalajara y empezó a correr campo a través. Los vehículos de la organización trataron de detenerle, pero el animal logró superarles y llegar hasta una rotonda que conecta con la autovía.

Una vez en la carretera, los vecinos consiguieron dirigir al astado de vuelta al recinto. En el pueblo defienden que la tradicional fiesta es segura, pero reconocen que en ocasiones no es sencillo controlar al toro. Algunos llegan a criticar el trato que este recibe.