Barbie y Ken ya andan por las calles. Los dos famosos muñecos ya tienen sus dobles de carne y hueso, que a base de operaciones, capas de maquillaje y poses imposibles frente a las cámaras han conseguido que su aspecto se asemeje a la famosa pareja de muñecos.

El norteamericano Justin Jedlica ha pasado noventa veces por quirófano para lograr parecerse a Ken y con 32 años lo cierto es que su cara tiene un aspecto plastificado y sus rasgos recuerdan al famoso y eterno novio de Barbie. Obsesionado con parecerse al muñeco guaperas, el joven asegura que va a seguir sometiéndose a las operaciones que sean necesarias hasta que su obsesión quede satisfecha. Su capricho lo ha llevado a gastarse más de 100.000 dólares que se han repartido en modificar las nalgas, los bíceps, el tríceps, los labios y la nariz.

Con implantes de silicona, Justin ha ido dando a su cuerpo un aspecto de muñeco de goma, algo que a él le resulta atractivo sin preocuparle los riesgos que este tipo de operaciones puede acarrear para su salud. «Un precio bajo a pagar a cambio de un cuerpo perfecto», ha declarado.

Pero no es él el único que quiere convertirse en un muñeco cuyas medidas nunca podrían ser reales en un cuerpo humano, y es que parece que se ha puesto de moda lo de ser un auténtico muñeco o muñeca, cueste lo que cueste. Es el caso de una joven psicóloga rusa que ha conseguido llamar el interés de los medios de comunicación a nivel mundial por su parecido con la muñeca de Mattel, sin duda una de las preferidas de las niñas en las cartas de los Reyes Magos. La nueva «Barbie rusa» se llama Angelica Kenova y asegura que su parecido con la muñeca de plástico es natural, algo que parece imposible a simple vista y que los médicos han asegurado que es imposible cuando otras chicas han saltado a la fama también por su parecido con la Barbie y han explicado que ninguna mujer podría tener esas medidas en la realidad, salvo que hagan uso del bisturí. «Por favor, no me preguntes sobre los pechos de silicona, sacarse costillas u otra cirugía plástica. No quiero hacer comentarios sobre estos rumores», aseguró la joven en las redes sociales.

Antes que Angelica Kenova ya se hizo famosa por su parecido con la Barbie la ucraniana Valeria Lukyanova, que invirtió ochocientos mil dólares en operaciones para parecerse a la muñeca y que llama la atención por su minúscula cintura. Pero tanta inversión en belleza parece no convencer a todos; de hecho, el Ken humano ya ha manifestado que no le gustan las Barbies de carne y hueso porque las ve demasiado artificiales y que le gusta más la belleza natural de Anastasiya Shpagina, que también se hizo famosa por su aspecto similar al de una muñeca manga, pero cuya belleza no ha necesitado de bisturí, ya que sólo se ayuda de horas de maquillaje para tener el aspecto de una anime.