A las hermanas Laura y Marta les encanta la música. Una música que les acompaña desde el principio, desde su fecundación. Sus padres recurrieron a la fecundación in vitro. Sin saber que a los óvulos recién inseminados les pondrían hilo musical.

Con las vibraciones sonoras, los nutrientes se reparten mejor. Y aumenta en un 5% la tasa de éxito. Marisa López Teijón, jefa de Reproducción Asistida del Institut Marquès de Barcelona, dice que la idea ha venido por reproducir lo mismo que sienten los embriones dentro del útero materno.

El repertorio, desde Tom Jones al heavy metal. Aunque a ellas les pusieron música clásica. Su madre, Lorena Suárez, cuenta que las niñas "tararean, se relajan cuando les ponemos música". Ellas son las primeras, pero no las únicas. Niños de 16 países le deben a la música mucho más que estos bailes.