El pueblo asturiano abandonado de El Argayo, en La Marea (Piloña), está en venta desde hace algo más de un año por un total de 265.000 euros. Las doce casas que lo componen, junto con sus hórreos, paneras y corrales, están sufriendo con dureza el paso de los meses y las inclemencias del tiempo, por lo que cada vez está más tomado por la maleza y por las zarzas. Sin embargo, todo ello no implica que carezca de dueños, al contrario. Las casas fueron compradas, en diferentes momentos, a sus propietarios originales por una empresa del sur de España que pretendía poner en marcha un importante complejo turístico, pues la aldea y su entorno son, sin duda, espectaculares. Linda con el parque natural de Redes.

Mark Adkinson, propietario de la agencia Galician Country Homes, es quien tiene este pueblo asturiano a la venta. También ha puesto en el mercado una casa de indianos en el occidente de la región. "Son las dos únicas propiedades que llevo en Asturias, pues todas las demás se encuentran en Galicia, donde vivo", señala este inglés nacido en Manchester pero que se considera "un gallego de los pies a la cabeza, llevo en Galicia toda mi vida", afirma rotundo.

Adkinson destaca que los primeros permisos de obras para remozar El Argayo se concedieron en 2011. "El pueblo, que está en una ladera soleada con orientación sur-suroeste, cuenta con el proyecto y los permisos para la restauración de las casas. Quienes lo fueron adquiriendo pretendían hacer un grupo de apartamentos alrededor de un edificio principal para destinarlo a usos hoteleros y convertirlo en un importante núcleo vacacional. Además, cuenta con una traída de agua desde un manantial natural de la zona. También tiene electricidad, aunque evidentemente lleva tiempo cortada. A partir de enero de 2012 estaba previsto hacer realidad el proyecto. Sin embargo, por los motivos que fueran, no pudo ser y decidieron ponerlo a la venta", añade este empresario.

El precio por todo el conjunto es de 265.000 euros. "Es verdad que si lo ves ahora te produce un efecto desolador, pero las zarzas y todo lo demás se limpian fácilmente con una buena desbrozadora". En cuanto al acceso, está bien hasta unos 300 metros antes de llegar al pueblo. "Ese tramo no está adecuado y hay que dejar el coche para llegar andando. Además, dentro del mismo no se puede dar vuelta". Adkinson añade que la venta de un pueblo íntegro "no es el único caso en Asturias, y en cuanto a Galicia, hay muchos pueblos que se venden, lo que pasa es que los tiempos no son los más apropiados, pero llegarán mejores", dice con optimismo.

La razón por la que es él quien está buscando compradores para la aldea de El Argayo se debe a que hace un tiempo salió en un programa de televisión sobre pueblos abandonados. "Estos empresarios me vieron y se pusieron en contacto conmigo para gestionar la venta. Desconozco si hay alguna agencia más que lo tenga en el Principado", señala Adkinson, muy conocido en su tierra por su lucha en defensa de la naturaleza como presidente en Galicia de la ONG Ríos con Vida, asociación que logró el Premio Nacional de Medio Ambiente. Actualmente, este gestor inmobiliario inglés lleva unas doscientas propiedades entre pueblos abandonados y casas en zonas rurales de Galicia, muchas para restaurar. "Dentro de unos meses igual también amplío el campo de acción a Asturias; estoy en ello", finaliza.