En cuanto a los servicios que la mujer puede prestar a la Iglesia, el papa Francisco ha mencionado ya varias cosas al respecto. En primer lugar, deben tener un papel más relevante y aportar mucho más de lo que es característica propia de la mujer, la feminidad, que hay que desarrollar y saber ponerla más claramente al servicio de la Iglesia. Hay muchos oficios en los que no se requiere ser obispo ni sacerdote para dirigirlos, como los medios de comunicación de la Iglesia, tanto de Roma como en las diócesis. ¿Y si una mujer dirige L'Osservatore Romano o la Sala Stampa del Vaticano? No hace falta ni siquiera que sea religiosa.

El papa Francisco ha anunciado que se profundizará también en la teología sobre la mujer. ¿Lo dijo como paso previo? No se sabe. En esta línea de reformas cabe englobar el papel de los tribunales eclesiásticos, en particular los que entienden sobre temas matrimoniales, como el Tribunal de la Rota, agilizando los procedimientos y aumentando las causas que se presentan sobre la nulidad de los matrimonios, y al mismo tiempo unificando las doctrinas jurídicas, canónicas.

Salvada pues la autoridad del papa, la unidad de la fe y de la disciplina general, se acometerán las reformas pertinentes para descentralizar la toma de decisiones y nadie como un papa argentino «venido del otro rincón del mundo» podría acometer una reforma de tales dimensiones. Pablo VI, en la primera reforma post-conciliar, tenía el problema de mantener la unidad de la Iglesia con Roma ante los casos de centrifugación como la Hermandad de San Pío X, del arzobispo Marcel Lefebvre quien calificó de «herético» el Concilio, o el Catecismo Holandés, que se fue más lejos que el Vaticano II y cuyas teorías estaban en claro contraste con la doctrina del Concilio y del papa.

Juan Pablo II y Benedicto XVI llevaron a cabo un esfuerzo para una mayor cohesión interna en la Iglesia, especialmente en lo doctrinal. Ahora con Francisco llega el momento de la consolidación no de la doctrina que ya lo está sino de las formas de gobierno y las estructuras de la Iglesia para adaptadas a la misión que tiene la Iglesia en el mundo, una misión basada en el servicio