Joaquín Salvador Lavado Tejón (Mendoza, Argentina, 1932), a quien todos conocen como Quino y más aún como el creador de Mafalda, es el nuevo premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Según el jurado, el humorista gráfico ha sabido combinar con sabiduría "la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento".

Al galardón optaban veinte candidaturas entre las que figuraban también las de los periodistas Jacobo Zabludovsk y Caddy Adzuba, el filósofo Emilio Lledó y el biólogo español Francisco José Ayala.

El acta del premio, a la que ha dado lectura el presidente del tribunal y director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, recuerda que el dibujante argentino alcanzó fama internacional con la creación del universo de Mafalda, "una niña que percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles".

Mafalda es "inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible", sueña con un mundo "más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos" y los "lúcidos mensajes" que Quino transmite a través de su personaje siguen "vigentes" cincuenta años después de su nacimiento.

Asimismo, incide en que su obra conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, "lo que revela su dimensión universal", y sus personajes "trascienden cualquier geografía, edad y condición social".

Este año se cumple además el 50 aniversario de la creación de la incómoda niña argentina de 6 años que Quino dibujó durante nueve años.

Mafalda se publicó por primera vez el 29 de septiembre 1964 en el semanario Primera Plana de Buenos Aires. El 9 de marzo de 1965, con el paso de las tiras cómicas al periódico El Mundo (en el que Quino publicará seis tiras por semana), se inicia el imparable éxito del personaje, que cruza las fronteras nacionales para conquistar América del Sur y luego se extiende por toda Europa.

La "heroína iracunda"

Hijo de andaluces emigrados a Argentina en 1919, Quino adoptó la nacionalidad española en 1990 y alterna su residencia entre Madrid y Buenos Aires.

En Mafalda, Quino reflejó el mundo de los adultos visto desde los ojos de un grupo de niños en el que la protagonista era una niña preguntona, inteligente, irónica, inconformista, preocupada por la paz y los derechos humanos, que odia la sopa y ama a los Beatles.

Las historias de este personaje contestatario, que llegó a Europa en 1969 de la mano del Premio Príncipe de Asturias Umberto Eco, que la definió como una "heroína iracunda", se han publicado en diarios y revistas de todo el mundo.

En 1973, Quino dejó de dibujarla, aunque el interés por Mafalda ha seguido vigente hasta la actualidad, con sus libros reimprimiéndose y adaptándose a las nuevas tecnologías, disponibles en formato digital.

Tras esa etapa, Quino se entregó a un humor más ácido y negro, destinado en mayor medida a un público adulto y que ha ido recopilando en su colección de libros de humor.

Entre los más recientes se encuentran "¡Qué presente impresentable!" (2005), "La aventura de comer" (2007) y "¿Quién anda ahí?" (2013).

En semanas anteriores se concedieron el galardón de Artes, otorgado al arquitecto estadounidense Frank Gehry, y el de Ciencias Sociales, que recayó en el hispanista francés Joseph Pérez. La próxima semana será el turno del de Investigación Científica y Técnica.