El peso de uno de los conflictos más sonados de los último tiempos pesa sobre el bienestar de Vladimir Putin. Sin embargo, el mandatario ruso encontró un hueco en su agenda y se escapó en plena crisis de Crimea a la localidad alicantina de Altea para descansar en la Sha Wellness Clinic, unos de los balnearios médicos y clínica de tratamientos naturales más lujosos y célebres del mundo. El establecimiento es paso habitual de celebridades como la top model Naomi Campbell o la jequesa de Catar.

Putin llegó a la clínica escoltado por un grupo de modelos según adelanta La Razón para someterse a un exclusivo tratamiento antienvejecimiento y perder los quilos que le sobran.

El protocolo a seguir en la clínica está establecido: el «paciente» es ingresado y sometido a un completo programa que incluye dietas y tratamientos. Para modelar la silueta, al mandatario ruso se le recomendó la dieta Kushi, una especie de vegetarianismo combinado con ideas de la filosofía zen budista, con alimentos macrobióticos. Esta dieta excluye alimentos industriales, azúcar, carnes o pescados y pan blanco.

El área clínica del complejo cuenta con especialidades como tratamientos antienvejecimiento, medicina estética, del sueño, biológica, unidad antitabaco, nutrición y terapias naturales y medicina preventiva basada en los pruebas genéticos.

El complejo cuenta con cinco lujosos edificios que albergan 93 suites con una superficie que oscila entre los 70 y los 320 metros cuadrados. El conjunto incluye además jardines zen, mediterráneos y tropicales; amplias instalaciones acuáticas y cascadas, zonas de relax, y un amplio spa de más de 2.000 metros cuadrados en el que se ofrece un circuito de hidroterapia, 41 salas de tratamiento, una suite de tratamiento para parejas, así como salas médicas y de consulta. Una noche en la Sha Wellness Clinic cuesta desde los 240 euros para la habitación más modesta hasta los 6.000 por noche de la espectacular suite real, un espacio de 320 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas, con dos habitaciones y dos baños, puesto de seguridad, un despacho, mayordomo y chófer privado, servicio de helipuerto y aparcamiento privado directo a la suite. Digno de zares.