Ha pasado mucho tiempo desde que uno de los artistas más relevantes de la pintura universal, Francisco de Goya, decidiera plasmar en varios de sus lienzos a la duquesa de Alba. Voluntarios no han faltado para retratar a la aristócrata. A esa lista se une un nuevo nombre en la colección, el del burrianense Pepe Forner.
Hace unas semanas la duquesa de Alba recibió un regalo especial. Una retrato suyo realizado por el pintor de Burriana, por encargo de un conocido empresario de la zona. Fue tal el éxito de la obra que apenas unas semanas después de que el cuadro llegase hasta el Palacio de Dueñas, el artista volvió a encerrarse en su atelier. Pero esta vez para retratar al matrimonio amigo de la aristócrata, Curro Romero y Carmen Tello. «No he hablado personalmente con ella, pero la persona que me lo encargó, me dijo que le había gustado mucho y que incluso se había emocionado con la obra. Me hubiera gustado tener una foto de recuerdo en la que apareciese ella con el cuadro, pero dijo que prefería hacérsela conmigo. Si todo va bien en septiembre la visitaré», asegura el pintor Pepe Forner.
En el retrato aparece la noble muy sonriente sentada en un sofá imaginado por el artista. En el cuadro del torero y su mujer aparece el matrimonio también muy sonriente. «Mi idea era construir la imagen que percibo de ella y no pintar un retrato sin más. Un retrato siempre es más complicado, porque hay que hay que hacer también un retrato psicológico de la persona. Saber cómo es, cómo ha vivido, cómo siente, si es seria, risueña... Y obviamente, si no la conoces es más complicado. En el caso de la duquesa de Alba estaba concentrado en cada pincelada e intenté estudiar sus rasgos de la cara para ver cómo era ella realmente», explica Forner.
El pintor asume que la verdadera importancia de sus creaciones reside en la técnica, puesto que son la clave para conseguir plasmar en la pintura su visión artística. «Quería darle toda la importancia al rostro, para destacar que es una mujer fuerte y por eso dejé las manos medio esbozadas. Para mí la magia reside en poder hacer las cosas de una manera que de lejos tenga el efecto adecuado. Conseguir que el espectador pueda reconstruir algo que es abstracto».
Tras más de treinta años dedicados a la pintura, se considera muy joven en la pintura y cree que por pintar le queda toda una vida. «Tengo cincuenta y ocho años pero me considero un niño en la pintura. Soy mi propio crítico. Siempre pienso que el valor está en el próximo cuadro. Ese es el espíritu que me lleva a evolucionar. Siempre cuando acabo un cuadro espero más y es lo que me hace seguir caminando».
Destaca la importancia de la técnica para alcanzar el conocimiento y el efecto que se pretende transmitir. «La técnica es lo que te hace tener un conocimiento de la pintura. Hoy en día se investiga sobre la técnica del Greco, Velázquez, Sorolla y es que todos ellos manifiestan la forma que tiene cada uno de expresarse».
Estos dos retratos se suman a una larga lista de obras que Forner ha realizado, en la que destacan personalidades como el expresidente del Gobierno Jose María Aznar, el torero Luis Francisco Esplá y el cantante Bertín Osborne.
