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Carta cromática para el verano de 2016

Colores claros para tiempos oscuros

Intercolor, un organismo que agrupa a expertos de 14 países, decide a dos años vista las tonalidades de moda

Colores claros para tiempos oscuros

La moda ha hablado: en el verano de 2016 el mundo se vestirá de colores claros combinados con marrones, azules y rojos, este último una deferencia hacia los países nórdicos que reclamaron un toque de viveza. La Asociación Internacional del Color, InterColor, se reunió hace unos meses en la Escuela Superior de Diseño ESDI de Sabadell (Barcelona) con presencia de representantes de 14 países de Europa y Asia y allí aprobó la nueva carta cromática.

Esta industria funciona así: mucho antes de que los diseñadores los mal llamados «dictadores de la moda» se sienten lápiz en mano a dibujar bocetos, InterColor ha decidido con qué tonalidades, texturas y materiales contarán. Lo hacen dos veces al año desde hace medio siglo y, a diferencia de los primeros, no trabajan con un año sino con dos de adelanto. Sus decisiones condicionarán todos lospasos siguiente porque esta paleta recién parida será la que empresas, firmas y diseñadores comprarán el año que viene en las ferias del sector textil primero hilados, luego tejidos donde acude todo el mundillo.

Los colores de moda no sólo para la ropa, también en interiorismo, hogar, incluso el diseño de automóviles serán los pasteles, azul, verde, amarillo, rosa, grises, todos muy matizados, y blanco. No son elecciones caprichosas. Al contrario. Los miembros de InterColor se basan en profundos estudios sociológicos. La anfitriona, la directora de investigación del ESDI, Encarna Ruiz, responsable del laboratorio de investigación de color del centro de diseño de Sabadell, explica que el proceso por el que se escogen unos u otros colores y texturas no surge de forma espontánea, sino que se tiene en cuenta la realidad socio-cultural de cada país.

En el caso de España se hace con datos del CIS. La carta de colores que presentó este año y que tuvo un peso decisivo en la decisión final se inspira en el turismo como motor económico. De ahí surgen imágenes se trabaja con cientos de fotografías y de ellas tendencias. En la carta española predominaban los colores pastel. Otros países aportaron el blanco y los nórdicos, una pequeña concesión a rojo y naranja. En cuanto a los materiales, serán los algodones, el lino, tejidos también muy suaves; en hogar, las maderas de pino, y en la piel, tonos naturales y sin mucho tinte. Si en anteriores temporadas se imponían los colores flúor como reacción a un momento de crisis, ahora llegan los colores cálidos. Tratarían de responder a la crisis más allá de la crisis, de identidad y cultural, y aportar calma y serenidad.

Los 34 miembros de los 14 países de Intercolor se reúnen a puerta cerrada y, una vez estudiadas las propuestas de cada país, crean una carta común. Sus predicciones cromáticas van luego a Premiere Vision de París, la feria más importante del mundo del tejido.

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