Los amores desgraciados de Ana (Paula Echevarría) y Alberto (Miguel Ángel Silvestre) tienen como escenario las «Galerías Velvet», una ficticia lujosa galería comercial en el Madrid de finales de los cincuenta (primera temporada) y principios de los sesenta (segunda temporada por estrenar) del siglo xx. Aunque los interiores de la serie de Antena 3 se rodaron en los estudios, donde se reprodujo también la fachada, el resto del edificio está recreado digitalmente sobre el número 35 de la Gran Vía madrileña.

Velvet, con sus talleres de confección, sus diseñadores de renombre y sus desfiles recuerda más en realidad a los salones parisinos de la época (no en balde algunos han apuntado su semejanza con Galerías Paradise, serie británica basada en El Paraíso de las Damas de Emile Zola) pero en aquel cambio de década las galerías ya triunfaban en las ciudades españolas.

En Valencia estaban Lanas Aragón, en la manzana de Guillem de Castro, Gandia, Aragón y Espartero (que tenía una segunda marca, Ademar, y más adelante incluyó sastrería a medida) o Casa Gay, en la calle Ruzafa, que ofrecía todo para el hogar. En 1956 abría sus puertas en la entonces Avenida del Oeste (hoy Barón de Cárcer) esquina plaza de San Agustín Galerías Todo. Carlos Máñez Meliá se trajo al corazón de la ciudad lo que había visto en un viaje a Estados Unidos un par de años antes: cuatro plantas, escaleras mecánicas (también las tenía Gay), distintos departamentos , expositores y hasta tarjeta de compra y apertura a mediodía. Valencia, tras Madrid, fue la primera ciudad que tuvo en España unas auténticas galerías de tipo americano.

También estaba El Siglo, el Siglo Valenciano (la casa «madre» en Madrid tenía establecimientos en al menos una decena de localidades), en la calle de San Fernando, una especie de pequeño Le Printemps de París. En 1960 abrió tienda en Valencia Cortefiel, que había nacido el siglo anterior como mercería en la capital de España y como tal marca en 1946.

Hasta que llegaron los primeros almacenes, aquella Valencia de los 50 se tejía entre mercerías, sastres y modistas Espert y Soto, Amparo Zurriaga, Pilar Canuto (cuyo taller heredaría luego Alejandro, padre de Álex Vidal y abuelo de Alejandro Vidal jr), Consuelo Bellido y Pilar Marco. Y, aunque desde Barcelona, el gran Pedro Rodríguez. O tiendas como Grand Style, Isabel o Bagatela. También se confeccionaba ropa en algunos comercios de tejidos, en los que incluso se organizaban desfiles para mostrar las novedades en telas a las costureras. Por aquel entonces «los guantes eran de Camps, las medias de Pitarch y los sombreros de la Baylach» (cita de La Valencia de los años 50, de Fernanda Zabala, editado por el Ayuntamiento de Valencia).

El primer gran almacén del mundo nació en Derby (Reino Unido), Bennett's, en 1734. La idea se extendió por Londres y Manchester: Harrods o Lewis's, hoy Primark. A mediados del siglo XIX llegó a París, con el mítico Le Bon Marché (en la actualidad pertenece al grupo de lujo LVMH). Luego llegaron Printemps, La Samaritaine, La Belle Jardinière, Galeries Lafayette...

Los grandes almacenes impulsaron el prêt-à-porter (esta transición es la que se va a ver reflejada en la segunda temporada de la serie Velvet). En Estados Unidos, el primer gran almacén fue Macy's (1858) y después Bloomingdale's, Saks Fifth Avenue o Woolworth.

Las raíces en España hay que buscarlas en Cuba. Fueron tres emigrantes asturianos, empleados de El Encanto de La Habana, quienes a su regreso fundaron El Corte Inglés Ramón Areces y César Rodríguez y Galerías Preciados Pepín Fernández que en Valencia recalarían más tarde. Pero esa ya es otra historia.