Isabel Preysler se retiró prácticamente de la vida pública para estar pendiente de su marido Miguel Boyer. La reina de corazones llamó el pasado sábado al médico que asistió a su tercer marido en su hemorragia cerebral, para decirle que se encontraba cansado y con dificultad para poder respirar y no le veía bien, según contó ayer Mariló Montero en TVE. Fue trasladado al hospital y se lo llevó de nuevo a su casa.

Si algo sorprendía de esta relación era la disparidad de caracteres de la pareja, ya que Isabel estaba acostumbrada a participar intensamente de la vida social y él, sin embargo, huía de todo ese ambiente. Aún así, ambos encontraron el equilibrio y estuvieron juntos cerca de treinta años.

Todavía cambió más la reina del papel couché que tantas portadas ha dado desde que se la conociera como novia del cantante Julio Iglesias cuando el expolítico y empresario sufriera un ictus hace dos años y medio. Distanció sus salidas, cenas y sus viajes, y se dedicó al cuidado de su marido. Cinco meses después de haber sufrido la hemorragia cerebral, el político retirado y su esposa concedieron en su residencia, ubicada en la exclusiva zona de Puerta de Hierro, en Madrid bautizada en su día como «Villa meona» por el elevado número de baños de que dispone una entrevista exclusiva a la agencia Efe. «He tenido mucha suerte», declaraba Boyer. El economista quiso agradecer sobre todo su ayuda a Isabel Preysler. «Gracias a mi mujer, me he salvado», dijo entonces.

Aunque nadie parecía dar un duro por su relación, el año pasado celebraron sus bodas de plata. La historia de la socialité filipina y el exministro comenzó a mediados de la década de los 80 y fue un «bombazo» que entremezcló la prensa política y la prensa rosa. La pareja fue sorprendida por primera vez en marzo de 1986 aunque ya circulaban desde casi tres años atrás los rumores. Finalmente, Isabel rompió su matrimonio con el marqués de Griñón, Carlos Falcó el segundo de sus maridos tras Julio Iglesias y Boyer se divorció por la misma época (1985, el mismo año en que dimitió del Ejecutivo de Felipe González) y también entre rumores, de la ginecóloga Elena Arnedo, con quien tenía dos hijos, Miguel y Laura, tras veintiún años de matrimonio. Sus hijos mayores habían dado a Boyer además cinco nietos.

La reina del papel cuché por excelencia y el economista del llamado «socialismo jet-set» se casaron el 2 de enero de 1988 en el registro civil de Madrid.

Miguel Boyer desde entonces enfocó su actividad profesional en el ámbito de lo privado y mantuvo un perfil bajo en la vida social de su esposa aunque se dejó fotografiar con ella en algunos reportajes de revista.

En 1989 nacía la única hija que tienen en común, Ana Boyer Preysler. Ana tiene 25 años, es licenciada en Derecho y en Dirección y Administración de Empresas y mantiene una relación sentimental con el tenista Fernando Verdasco.