El párroco de la Iglesia de Nuestra Señora la Mayor de Épila, Miguel Ángel Barco, ha denunciado por calumnias al diácono que trasladó al Arzobispado de Zaragoza quejas por supuesto acoso sexual y que ha sido indemnizado con 60.000 euros por no ser ordenado sacerdote.

La denuncia ha sido presentada sobre las 20.30 horas de este miércoles, ante el puesto de la Guardia Civil de Épila, según han confirmado fuentes de la Comandancia de Zaragoza. La denuncia está en trámites de instrucción.

Miguel Ángel Barco ha negado las afirmaciones del diácono y ha manifestado, según publica este jueves la prensa aragonesa, que se deben a un "deseo de venganza" ya que él informó de que no consideraba conveniente que fuera ordenado sacerdote. El diácono, por su parte, no ha presentado denuncia alguna.

La renuncia del Arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, que fue aceptada por el Papa el pasado 12 de noviembre, podría estar relacionada con la indemnización a un diácono.

Ureña autorizó el pago de una indemnización de 60.000 euros a un joven diácono de Épila, al que había decidido no ordenar sacerdote, para que pudiera rehacer su vida y cursar estudios universitarios. Además, el Arzobispo se comprometió a abonar la parte que correspondía a Hacienda, 45.000 euros. La indemnización se hizo el 6 de noviembre a través de transferencia bancaria.

Desde el propio Arzobispado se cuestionó la forma y los motivos de la elevada indemnización y se trasladó el asunto a la Santa Sede. Pocos días después, el pasado 12 de noviembre, el Papa Francisco aceptó la renuncia de monseñor Ureña, en conformidad con el artículo 401.2 del código de Derecho Canónico, según informó el Vaticano a través de un comunicado de prensa.

Dicho artículo dice textualmente: "Se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo". Ureña manifestó en una rueda de prensa que su marcha obedecía a motivos de salud.