Microsoft quiere volver a entrar en juego, y lo quiere hacer a lo grande. La que fuera en otros tiempos dominadora mundial del mercado tecnológico gracias a su sistema operativo Windows, ha visto como en los últimos años otros jugadores entraban en escena para ir comiéndole terreno hasta superarla. Google, y sobre todo Apple, han sabido entrar con fuerza en la nueva era digital de los dispositivos móviles, mientras Microsoft veía cómo sus competidores se ponían a la cabeza no solo en innovación, sino también en el mercado de las ventas.

Pese a que Windows sigue siendo el sistema operativo que domina el mercado global, la piratería sigue haciendo estragos en una compañía que, hasta hace muy poco, basaba casi todo su negocio en un único producto: su sistema operativo Windows. Así que, si no puedes vencerles, mejor te unes a ellos. Si la nueva economía y, muy especialmente, los mercados emergentes, reclaman un sistema operativo gratuito, ¿por qué no dárselo?

El miércoles, en un evento celebrado en el cuartel general de la compañía, en Redmond „EE UU„, Microsoft anunció en uno de los movimientos más estratégicos que se le recuerdan que su próximo sistema operativo, Windows 10, estará disponible a lo largo de este año y que será totalmente gratuito durante el primer año para los actuales usuarios de Windows 7 y 8.1, sus dos sistemas operativos anteriores. Lo mismo ocurrirá con los usuarios de Windows Phone 8.1.

¿Una jugada inteligente?

No cabe duda de que así es. En un mercado en el que las ventas de ordenadores llevan varios años de claro descenso en detrimento de un mercado móvil que no para de crecer, tan solo una compañía, Apple, ha sabido seguir aumentando las ventas de sus ordenadores. Y además lo ha hecho a un ritmo constante mientras el resto de fabricantes veían como el mercado del PC seguía languideciendo pese a la aparición de nuevos dispositivos más ligeros e innovadores. Una de las claves es la gratuidad de su sistema operativo, Mac OS, y no sería de extrañar que Microsoft haya visto ahí la forma de resurgir de sus cenizas.

Además, esta sería una forma de que los actuales clientes de Microsoft actualizaran al nuevo sistema operativo de forma rápida, lo que haría que los desarrolladores se fijaran en un sistema que, no solo será utilizado por millones de usuarios en todo el mundo, sino que además será utilizado en ordenadores de sobremesa, tabletas, smartphones e incluso en la Xbox One.

Se abre así una nueva etapa para el gigante norteamericano gracias a una jugada tan inesperada como sorprendente: regalar su próximo sistema operativo, Windows 10.