La Policía ha puesto en marcha una investigación para tratar de dar con el autor o autores de la difusión no autorizada de un vídeo casero de contenido sexual explícito cuyo protagonista masculino es un conocido jugador de fútbol de la comarca y la femenina, profesora en un colegio de Primaria. La pareja -él con novia entonces y ella casada- tuvo un romance el pasado mes de agosto y se grabó con ayuda de un teléfono móvil mientras copulaba; el vídeo quedó guardado en la memoria del "smartphone" del futbolista, que con enorme sorpresa supo hace apenas diez días que la cinta se había hecho pública de forma impune a través de un conducto social tan generalizado como la aplicación Whatsapp.
A partir de ahí, una bola de nieve imparable: el vídeo fue objeto de cientos de reenvíos incontrolados y se convirtió en un fenómeno viral. El afectado, asesorado por un abogado, dio parte del asunto en la Comisaría, donde según su testimonio apenas le dieron esperanzas de poder localizar el origen de la intromisión en su vida privada debido a la complejidad del rastreo y a la localización del servidor central de Whatsaap fuera de España.
El futbolista explicó en declaraciones a este diario que su sorpresa fue mayúscula cuando se enteró de que el vídeo de marras era tema de comentario generalizado en la comarca avilesina e incluso fuera de ella, primero en círculos futbolísticos y luego de forma generalizada: "Flipé en colores. Soy consciente de que soy una persona más o menos conocida por mi condición de futbolista, pero los primeros días que circuló el vídeo me costó trabajo hasta salir a la calle porque parecía no hablarse de otra cosa y me sentía intimidado".
Con el paso de los días, el protagonista indeseado de la indiscreción sexual asegura que fue logrando llevar mejor la cuestión, lo que no quita que desee saber quién y por qué le jugó tan mala pasada. "Es evidente que yo no fui el que subió el vídeo a la red. ¿En qué cabeza cabe que iba a hacer eso? Sospecho que alguien me cogió el móvil y quiso fastidiarme. No es tan difícil, voy bastante al gimnasio y dejo a veces el teléfono sin vigilancia...", explicó, a la vez que admitía haber enseñado la grabación "a algunos amigos íntimos", pero en ningún caso haber llegado a compartirlo.
La otra protagonista del vídeo también tiene su propio calvario. Igualmente conocida en la localidad de la comarca donde vive por su profesión de maestra, hace días que no acude al trabajo y es víctima de todo tipo de comentarios, algunos muy subidos de tono. El futbolista, que después del "affaire" sexual veraniego dice no haber tenido más relaciones con la mujer, asegura que lamenta profundamente el daño indirecto que la difusión del vídeo ha causado a su amante ocasional. "Cuando estuve con ella no sabía ni que estaba casada. Siento mucho que se haya visto envuelta en esta historia; me imagino que estará pasándolo tan mal como yo", manifestó.
