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Reuniones de Jugadores Anónimos

La partida colectiva contra la ludopatía

«Esto es una enfermedad y sé que si dejo de ir a las reuniones corro el peligro de recaer», confiesa uno de los asistentes a estos encuentros

La partida colectiva contra la ludopatía

Miguel —nombre figurado— tocó fondo hace años. Su adicción al juego le llevó a perderlo todo: su trabajo, su mujer, sus amigos, su autoestima... Hasta que su hija le convenció de que necesitaba ayuda y decidió acudir a los encuentros organizados por uno de los grupos de Jugadores Anónimos de España que funcionan en Valencia. Desde entonces, es uno más entre los centenares de afectados por la ludopatía que, cada semana, se reúnen en distintos puntos de la Comunitat Valenciana para compartir sus experiencias personales con otros adictos.

Al igual que sucede en las terapias de grupo con alcohólicos, las personas que participan en estos encuentros exponen de forma voluntaria su historia y ofrecen su ayuda desinteresada a los demás. Se someten a los doce pasos de rehabilitación —también tomados de Alcohólicos Anónimos— y tratan, dentro de lo posible, de reconstruir sus vidas.

«Te vuelves deshonesto, muy mentiroso y sólo tienes un propósito: jugar. No sabes detenerlo y te gastas todo el dinero que tienes. Las lucecitas y la musiquita te atraen... Es una enfermedad», explica Miguel. Desde que asiste a la terapia, este hombre de mediana edad asegura que ha recuperado la dignidad, ha asimilado su problema y cree que es «mejor persona». «Sé que si dejo de ir a las reuniones corro el peligro de recaer y eso sería muy 'jodido'», confiesa sin tapujos.

«Nuestras reuniones son de autoayuda, no hay profesionales en ellas, nos basamos en nuestras propias experiencias personales de recuperación, es decir, cuando alguien tiene un problema, lo comenta y un compañero que ha sufrido el mismo problema le sugiere lo que el hizo para superarlo. Además tenemos mucha literatura que nos ayuda a superar nuestra adicción, enseñándonos a ser mejores personas», apuntan desde el intergrupo de Jugadores Anónimos en la Comunitat Valenciana.

«El único requisito para ser miembro, es el deseo de dejar de jugar. No hay ninguna cuota u honorarios para ser miembro, nos mantenemos por nuestros propios esfuerzos a través de nuestras propias contribuciones anónimas y voluntarias. Jugadores Anónimos no está aliado con ninguna secta, creencia política, organización o institución y no quiere comprometerse en ninguna controversia, ni respalda ni se opone a ninguna causa. Nuestro propósito fundamental es detener el juego y ayudar a que otros jugadores compulsivos hagan lo mismo», manifiestan desde el colectivo, en el que no hay definida una jerarquía, sino que todos los miembros del grupo desempeñan las funciones de los grupos por rotación.

El problema de Internet

Una de las dificultades radica en diferenciar entre la mera afición a jugar al ordenador durante horas y la necesidad de encontrar el placer del premio de un juego. En este aspecto, desde Jugadores Anónimos se alerta del incremento de personas, sobre todo jóvenes, que están «enganchándose» al juego gracias, en gran medida, a las posibilidades que ofrece Internet. Desde la organización se calcula que se ha incrementado en cerca del 20 % los jóvenes valencianos con ludopatía, en especial adictos a las apuestas online, aunque no hay estudios oficiales al respecto.

Resaltan que la proliferación de máquinas de juego online y las páginas de apuestas deportivas accesibles desde cualquier dispositivo, incluido el móvil, han hecho que cada vez las personas que se introducen en el mundo de las apuestas sean más jóvenes. El perfil de usuario de Jugadores Anónimos con adicción a las apuestas online es un varón de entre 20 y 40 años, si bien la adicción al juego suele comenzar incluso en la adolescencia.

Ante esta nueva situación, esta misma mañana está prevista una jornada de puertas abiertas en la iglesia San Vicente Mártir de Valencia para dar a conocer las reuniones de Jugadores Anónimos. «Puede entra quien lo desee, tanto para informarse por un familiar o para sí mismo», aclaran desde Jugadores Anónimos.

La vía de los profesionales

Desde el punto de vista de los profesionales, las reuniones de Jugadores Anónimos es una «alternativa más, un grupo de autoayuda que mantiene el objetivo de la abstinencia en base al apoyo mutuo», resume Paco Sales, sociólogo y presidente de la Fundación Patim, desde donde se trata a adictos al juego en Valencia y Castelló, pero de otra forma. «Creemos que es una enfermedad, con una sintomatología física, psíquica y social y defendemos que se necesita la ayuda de un profesional para que haya una deshabituación al juego», subraya Paco Sales.

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