Se acabaron los tiempos en los que insinuar era más importante que enseñar. El destape está de moda, eso sí, con elegancia y sin rozar la delicada línea que lo separa de lo grosero. Las grandes casas del diseño mundial han recuperado esta tendencia de los 70 y han demostrado, en las semanas de la moda internacionales, que Cristina Pedroche no iba desencaminada con el polémico vestido que escogió para retransmitir las campanadas en una cadena de televisión. Pero no es que la presentadora de Vallecas sea una precursora de la moda, sino que esta tendencia viene pisando fuerte desde el año pasado y parece que ha venido para quedarse.

Las amantes de esta estética le deben su origen a Yves Saint Laurent. En 1968, el modisto lanzó una colección inspirada en la época de los años 40 en la que los escotes dejaban la espalda al descubierto y unas sensuales y revolucionarias blusas transparentes se llevaban todo el protagonismo. Su musa, Loulou de la Falaise, lució como pocas aquellas prendas, que duraron poco en el mercado por las críticas pero que su vuelta, se sabía, era cuestión de tiempo. Y así ha sido durante todas estas décadas.

En su última aparición, han venido con más fuerza que nunca. Las colecciones de los grandes diseñadores para el verano de 2014 ya dejaron constancia de que los tejidos que dejaban entrever el cuerpo eran una apuesta ganadora. Valentino, Versace, Saint Laurent, Miguel Palacio, Alexander Wang, Blumarine y Elie Saab fueron solo algunos de los que se decidieron por las transparencias. Y como de la pasarela a la alfombra roja hay un paso, muchas celebrities mostraron una parte importante de su cuerpo en las grandes citas de estos meses. Una de las más llamativas, Rihanna en los premios CFDA, los Óscar de la moda, con un vestido ajustado al cuerpo en el que solo unos minúsculos cristales tapaban sus vergüenzas. Fue el mejor ejemplo de cómo llevar un vestido y que parezca que no llevas nada, y de cómo llevar al extremo una moda para que pase de ser algo cool a algo totalmente off. Usar ropa interior del mismo tono, bordados tupidos y estratégicamente colocados, mini forros, combinaciones de tejidos ligeros o plisados, es lo que permite adaptar este peligroso must a la moda de la calle. Porque aunque muchos pensaban que con el frío se acabaría el destape, las pasarelas para el próximo invierno ya han dado un golpe de autoridad y han dicho que si el maestro Saint Laurent creó esta moda, por algo será.

En Madrid, Juan Vidal, Duyos, Ana Locking o Esther Noriega fueron algunos de los modistos que dejaron a la vista los pechos de sus modelos. Blusas de gasa, cuerpos a bandas que crean el estampado con la propia piel, y tejidos ligeros que se pegan al cuerpo a modo de segunda piel. En Nueva York, Jenny Packman y Oscar de la Renta convirtieron sus vestidos de fiesta en las piezas más sensuales que se recuerdan. La firma Pedro del Hierro Madrid, con el destape del cine español como inspiración, creó una de sus mejores colecciones de su nueva etapa con Carmen March como directora creativa, en la que los juegos de transparencias se convierten en la luz para el próximo invierno.

En Londres, Marques'Almeida combina sus clásicos vaqueros con piezas casi invisibles; y Burberry Porsum, sus finos vestidos setenteros con chalecos de piel. En Milán, Gucci apostó por una cara ultrafemenina, en la que los vestidos de encaje y las blusas que dejan el tronco semidesnudo se vuelven chic gracias a las boinas afrancesadas. Porque para enseñar hay que saber hacerlo.