Le trató como un padre y él lo sigue teniendo bien presente. Por ello, ayer, Luis Alfonso de Borbón no dudó en acudir al acto homenaje que se celebró en Valencia para rotular el nuevo paseo Federico Trenor, IV Barón de Alaquàs y descubrir el busto que rinde honores a este prohombre de la ciudad. El paseo se encuentra en Natzaret, en una zona pendiente de desarrollar en el denominado PAI Les Moreres, junto al cauce del río Turia, un requisito perseguido por el ayuntamiento y por la familia Trenor para dejar bien presente el protagonismo que tuvo el ilustre valenciano en la cesión del antiguo cauce del río a la ciudad por parte de la Casa Real.

Y allí, en el recién nombrado paseo Federico Trenor, su protegido, Luis Alfonso de Borbón, centró todas las miradas mientras su mujer, Margarita Vargas, se mantuvo en un discreto segundo plano.

Federico Trenor fue uno de los amigos más íntimos del duque de Cádiz. Tanto es así que éste le designó en su testamento como tutor de su hijo, en el caso de que faltara. Y faltó, sin que nadie lo esperara, en un accidente de esquí en 1989. Su hermano también había fallecido y Luis Alfonso, con tan solo 15 años, se quedó solo ya que su madre, Carmen Martínez Bordiu, vivía por aquel entonces en París. Sin embargo, Federico Trenor, y su mujer, Amparo Corell, decidieron seguir bien de cerca al joven adolescente, asesorarle, escucharle, aconsejarle... en definitiva, tratarle como si fuera un hijo.

Y a Luis Alfonso de Borbón no se le olvida el trato recibido, ni el apoyo brindado, ni los valores inculcados. «Para mí Federico fue una persona muy querida, muy familiar, entrañable... fue un tremendo consejero para mí. No tengo más que palabras de aprecio y agradecimiento hacia él», aseguró ayer Luis Alfonso de Borbón a Levante-EMV tras el acto homenaje que recibió su tutor, amigo y consejero, «pero no solo para mí „recalcó„ también fue un gran consejero para mi padre y para Valencia».

Luis Alfonso centró la atención de los presentes sin pretenderlo. De hecho, no participó en los parlamentos y su actuación se centró en depositar una corona de flores „junto a la concejala de Cultura, Mayrén Beneyto„ en el busto del homenajeado. Aún así, todos los teléfonos móviles y todas las cámaras buscaban el mejor ángulo para fotografiarle.

Los encargados de destacar la figura de Federico Trenor fueron el abad de Gandia, el presidente de Lo Rat Penat, Enric Esteve, la viuda del protagonista, Amparo Corell y una tímida Mayrén Beneyto que no quiso extender su discurso «porque estamos en precampaña electoral y quiero evitar problemas». El acto se realizó, además, de forma discreta y sin curiosos, sobre todo si se tiene en cuenta que el paseo está en una zona sin desarrollar.