La mayoría de las personas de más de 64 años que usan las nuevas tecnologías prefieren usar WhatsApp y Facebook porque les conectan con sus nietos, y detestan hacerse selfis, según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) presentado ayer en Barcelona. El estudio, impulsado por RecerCaixa, constata que la gente mayor quiere ser «moderna» y se apunta a las nuevas tecnologías de la comunicación para ser activos en la nueva sociedad digital, aunque no pretenden aumentar sus relaciones sociales, como sí hacen los jóvenes.

La autora del estudio, Roser Beneito, profesora de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones de la UOC, ha seguido dos años a un grupo de mayores de entre 64 y 79 años en el proyecto «gente mayor y medios de comunicación sociales: rompiendo con la e-marginalidad», que ha desmenuzado el uso que los ancianos hacen de los medios sociales.

El estudio, impulsado por la Obra Social «la Caixa» con la Asociación Catalana de Universidades Públicas, concluye que las redes sociales no significan una ampliación de las relaciones de la gente mayor, a no ser que sus usuarios ya tengan una vida social activa «fuera de línea». También concluye que los mayores asocian el uso de estas tecnologías a ideas como «sentirse o parecer joven», ser «moderno», estar conectado y ser parte de la «sociedad digital».

Es decir, el uso de las redes sociales les ayuda a construir una imagen de ellos mismos como activos e integrados, según la autora, que ha observado un tipo de «tecnoesnobismo», especialmente en el caso de los hombres.

El estudio también revela que las personas mayores muestran disposición para aprender el uso de redes sociales y que usan más las redes digitales cuando encuentran en ellas una vinculación afectiva.

La red social con más éxito entre los mayores es el WhatsApp, puesto que le permite crear grupos que mantienen configuraciones afectivas muy similares a las que se dan fuera de internet: familia nuclear, grupos de amigos, etc. Sobre todo, los mayores usan esta red para mantener el contacto con sus hijos y nietos y compartir imágenes con ellos.

El estudio constata que Facebook también les gusta porque «les permite mantenerse vinculados a intereses y aficiones en algunos casos, psicología, arte, teatro, o política» y porque es una red que facilita las relaciones intergeneracionales abuelos-nietos.

Los ancianos que han participado en el estudio aseguran que les gusta intercambiar imágenes, vídeos y «memes» porque les permite comunicarse sin necesidad de utilizar el lenguaje escrito, que les genera más dificultades.

Pese a ello, confiesan que no les gustan los selfis porque, entre otras cosas, les preocupa mantener la privacidad ante la exposición pública que representa el uso de las redes sociales.