Pero todas esas maravillas salen de las cabezas mejor amuebladas del planeta. Y muchas de ellas tienen un punto de encuentro ineludible, que año tras años nos muestra „con mayor o menor fortuna„ por dónde irán los tiros tecnológicos en los próximos años.

Es la Conferencia de Desarrolladores de Apple, y desde 1990 ha sido testigo de algunos de los más importantes avances tecnológicos de consumo de los últimos años. Sin ir más lejos, en 2008, el mismísimo Steve Jobs inauguraba el evento anunciando la que iba a ser la base del actual ecosistema telefónico mundial: la tienda de aplicaciones App Store. Porque no hay que engañarse: un teléfono es tan bueno como lo son las aplicaciones que hay en él. O visto de otra forma: de nada nos sirve tener un Ferrari si no tenemos un circuito en el que hacerlo correr.

Aquel 2008 „apenas han pasado siete años y ya parece una eternidad„ se iniciaba la era de los desarrolladores, de los imaginativos creadores de apps, juegos, herramientas y sistemas que iban a transformar la telefonía para siempre.

Pero, ¿y este año? Siendo honestos, ha sido un año descafeinado, al menos en lo referente a la parte «oficial», la que presenta Apple. O eso es lo que uno puede llegar a pensar viendo los anuncios. Pero hubo varios momentos significativos en los que los más de 5.000 desarrolladores asistentes aplaudieron a rabiar. Y siempre con anuncios relacionados con la programación. ¿Qué se podía esperar? Se trata de una conferencia para desarrolladores... Al final, más allá de las decepciones „no hubo presentación de dispositivos„ o de los grandes anuncios „todos relacionados con los sistemas operativos de los distintos dispositivos de Apple„ queda la sensación de que lo mejor está por llegar. Por cierto, también se anunció un nuevo sistema de música en streaming. Pero de eso hablaremos otro día.