Uno de los seis toros del quinto encierro de los sanfermines ha regresado a los corrales de la cuesta de Santo Domingo, donde permanece para ser trasladado hasta la plaza de toros y ser lidiado por la tarde junto a sus hermanos, que han completado la carrera con normalidad, aunque con cuatro corneados.

Uno de ellos es un joven valenciano de 35 años, corneado en el tramo de Telefónica, con iniciales J.M.C., y que ha sufrido una herida en cara medial del muslo derecho con hematoma a nivel de paquete vascular y pequeño desgarro de vena femoral. Además, ha sufrido una sección parcial de musculatura isquiotibial. Su pronóstico es reservado y ha ingresado en Traumatología.

Otro joven de Valencia de 27 años, R.R.C., ha resultado herido por traumatismo, pero ya ha sido dado de alta. En total en esta jornada ha habido cuatro corneados, uno de ellos con pronóstico grave.

Los otros tres corneados, además del valenciano, son J.N.O., de Navarra, varón de 34 años, con hueco oblicuo en la pierna, empitonado en el tramo del Ayuntamiento; A.G.O, de Estados Unidos y de 20 años, con una cornada en el glúteo en el tramo de Santo Domingo; J.R.G., de 47 años y de Tortosa, con herida en la pierna en Telefónica.

Los otros cuatro heridos por traumatismos son C.V.L., de 39 años, de Navarra, con traumatismo craneofacial; I.D.F., de 33 años, de Navarra, con traumatismo en el hombro; M.K.U., de Irun (Guipúzcoa), de 30 años, con luxación de codo; e I.M.M., de 38 años, de Madrid, con traumatismos en las extremidades.

El toro hacia corrales

Este incidente, que tiene ocho precedentes en las primeras décadas del siglo XX, se ha registrado cuando, al inicio de la carrera, el último toro de la manada se ha dado la vuelta poco antes de donde se encuentra la imagen de San Fermín y ha regresado a los corrales.

El resto de la manada ha seguido el recorrido protagonizando varios momentos de peligro, y ha provocado cuatro heridos por asta de toro.

Tras sopesar la situación, los responsables han decidido hacer regresar al toro a los corrales del Gas, de los que salió anoche con sus hermanos en el denominado "encierrillo" sin presencia de corredores, aunque esta mañana lo hará solo y en sentido contrario.

El toro ha sido ya devuelto a los corrales del gas con un 'encierrillo' a la inversa y será trasladado desde ahí en camión a la plaza de toros para ser lidiado esta tarde. En esta ocasión, se ha realizado un 'encierrillo' a la inversa, para devolver al toro a los corralillos del gas. Este traslado se hace con vallado y sin corredores.

Un encierro disgregado

Los de José Escolar, ganadería abulense debutante hoy en los encierros de Pamplona, han partido puntuales de los corrales de Santo Domingo, encabezados por los mansos y con los seis astados agrupados detrás, aunque poco antes del encuentro con los mozos el bravo que cerraba el grupo se ha separado, ha dudado, y se ha dado la vuelta para desandar el camino ante la sorpresa del pastor que le seguía.

El resto ha continuado subiendo a buen ritmo la cuesta de Santo Domingo, donde ya era evidente una mayor presencia de corredores por el fin de semana, y donde los toros ya han comenzado a dar muestra de su comportamiento, con derrotes hacia los lados, y a poner distancia entre ellos.

Un toro cárdeno ha tomado la cabeza junto a uno de los cabestros, seguido por una manada cada vez más disgregada, que ha atravesado veloz la plaza del Ayuntamiento, donde han dejado a su paso uno de los heridos por asta.

A trote por la calle Mercaderes, el toro cárdeno ha tomado la curva de la Estafeta a gran velocidad, lo que le ha hecho chocar contra el vallado sin llegar a caer, y al retomar la carrera se ha topado contra un mozo, que se ha visto en apuros por el cara a cara con el astado.

A gran velocidad y con la manada partida en tres grupos, los numerosos corredores han tenido más fácil acercarse a las astas de los de Escolar, que han llegado al tramo de Telefónica para protagonizar uno de los momentos más tensos de la carrera.

El toro que cerraba el grupo ha quedado rezagado al fijarse en los mozos que abarrotaban la parte derecha del vallado, contra quienes ha arremetido y donde ha alcanzado con sus astas a dos de ellos.

Tras unos dramáticos segundos, el toro ha retomado finalmente la carrera mientras que los heridos han conseguido, en uno de los casos con ayuda desde detrás del vallado, salir del recorrido.

Ya en la plaza, con este último toro con sus astas ensangrentadas, la manada ha entrado paulatinamente y sin mayores incidencias a los chiqueros, hasta donde será conducido el toro que ha quedado en los corrales de Santo Domingo.