Liberarse del estrés no es tarea fácil tras meses de duro trabajo lidiando con él. Cuando llega el verano, la mayoría de personas desean tomarse unos días de descanso para conseguirlo y la mayoría tarda bastante en lograr esa deseada desconexión. Por otra parte, cuando regresan de sus vacaciones, cuando realmente han conseguido olvidarse de las preocupaciones, toca de nuevo la dura tarea de acostumbrase a la rutina, un paso que también a muchos les cuesta dar.

Y es que, aunque parezca mentira, hay muchas personas que cuando llegan esos días de desconexión sienten ansiedad en las vacaciones. En ocasiones la persona cuando ve que tiene mucho tiempo libre se convierte en un motivo de preocupación. «Muchas veces pensamos que en vacaciones debemos hacer muchas cosas, y cuando no se cumplen las expectativas, nos agobiamos», explica el psicólogo Alfonso Reina.

La psicóloga Catalina Gibert Castañer, especializada en ansiedad y depresión, cuenta que el estrés en vacaciones se debe a la falta de relajación: «Durante todo el año la gente tiene muchas actividades y preocupaciones. Cuando están de vacaciones, les cuesta relajarse y no pensar en las tareas que tienen pendientes. Suelen hacer muchas cosas cuando no tienen vacaciones y luego tienen dificultades para relajarse».

Por otra parte, Mercedes Cima, licenciada en psicología, esgrime: «Es mentira que solo se sufre ansiedad en verano, este síntoma se aprecia durante todo el año. Lo único que en vacaciones como no se hacen actividades la gente se ve agobiada y lo expresa. Cuando se descansa aflora la ansiedad».

De todas formas, Alfonso Reina puntualiza que para entender a las personas que sufren este tipo de estrés vacacional hay que diferenciar entre dos perfiles. El primero es el de personas que estando en periodo estival, por motivo de su profesión, tiene que trabajar. Eso genera bastante depresión cuando observan que su entorno sí tiene vacaciones.

El segundo lo conforman aquellos ciudadanos que teniendo vacaciones tienen niveles muy altos de ansiedad, que puede estar relacionada con las expectativas que ponen al periodo de descanso y con lo que acaban haciendo. «Estamos deseando que lleguen vacaciones y esperamos durante todo el año este momento. Lo que genera ansiedad es cuando no se consigue la relación que se esperaba», razona. «Genera presión que la persona piense que tiene que hacer muchas cosas durante el verano y luego se quede en casa», concreta. «Los perfiles siempre coinciden», sentencia.

«La gente muy estresada con una vida muy ajetreada cuando llegan a su casa sigue hablando de trabajo», añade. El tipo de profesión es indiferente. «No hay ningún tipo de trabajo que sufra más estrés que otro. El problema es si se llevan el trabajo a casa. Por ejemplo, si un abogado tiene mucho trabajo y cuando llega a casa disfruta de una vida familiar agradable, no debe sentir ansiedad», afirma Mercedes Cima.

Alfonso Reina, que también imparte clases de psicología en el Centro de la UNED de Palma, coincide con la psicóloga Cima: «No es una cuestión de profesión, sino de saber desconectar. A lo mejor también afecta a personas con trabajos con mucha responsabilidad o personas que tienen su propio negocio y les cuesta más poder desconectar».

Cuando se sufre ansiedad, las mujeres siempre son las que más piden ayuda. «Las féminas no sufren más ansiedad y estrés que los hombres, solo es ellas son las que lo admiten y van al psicólogo», cuenta Mercedes Cima. «Las mujeres no hemos progresado, con el trabajo y el marido en casa. Siempre tienen más trabajo», espeta la especialista Catalina Gibert.