Entre el 25 y el 65 por ciento de las parejas que reciben un diagnóstico de infertilidad padece ansiedad, estrés o depresión, un problema que disminuye las probabilidades de éxito del tratamiento, según los datos que ha recogido la Sociedad de Fertilidad.

La psicóloga especializada en fertilidad de Clínicas Eva, Victoria Martínez, explicó que la mujer es la que más sufre ante el diagnóstico, debido a la influencia de los factores biológicos, ya que es ella a la que le corresponde el proceso de gestación y es la que primero detecta que las relaciones o el tratamiento no han funcionado con la llegada de la menstruación.

En el mismo instante en el que se recibe el diagnóstico de infertilidad, comienza un período de duelo para la pareja, ha afirmado Martínez, cuya única solución es «aceptar la situación y buscar alternativas» junto a los profesionales sanitarios. Esta situación también afecta a la relación de pareja, lo que aumenta la ansiedad. El estrés no solo influye en el estado anímico de la mujer, sino que disminuye la tasa de éxito de los tratamientos.