El informe que la médico forense ha realizado sobre el estado de salud de Isabel Pantoja y remitido al juez de vigilancia penitenciaria es alarmante: «No sé cómo está con vida», dice literalmente, según informó ayer Telecinco. Pese a ello, la polémica por la prolongación de su estancia fuera de prisión continúa.

Ayer salió al paso el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, quien dijo que los permisos han sido concedidos bajo el criterio de un juez, han contado con el visto bueno de la Fiscalía y tras ser examinada por dos forenses distintos. Aunque admitó desconocer de qué se trata, aseguró que la artista «padece una dolencia, ha sido visitada en los permisos anteriores, han sido concedidos por el juez con informe favorable de la Fiscalía y después de ser visitada por dos forenses distintos», añadió Yuste al ser preguntado por la cuestión durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados para dar cuenta de los presupuestos de su Departamento para el año 2016. En concreto, el diputado socialista José Zaragoza cuestionó la imagen que da la Administración tras la concesión de estos permisos a la tonadillera.

El juez del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria Número 2, con sede en Sevilla, acordó el martes prolongar siete días más el permiso extraordinario a la interna Isabel Pantoja para que continúe ingresada en el centro hospitalaria en el que se encuentra por una dolencia renal. A propuesta de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde la tonadillera cumple condena, con el informe favorable del médico forense que ha vuelto a estudiar la situación médica de la interna, y tras escuchar el criterio a favor del fiscal, el juez ha resuelto esta medida.

De esta manera, ya se suman tres permisos extraordinarios de siete días desde que Pantoja ingresara en el Hospital Infanta Luisa de Sevilla el pasado 5 de agosto.

Sobre el presunto trato de favor dispensado a la artista, el máximo responsable de Prisiones se remitió a la investigación interna que él mismo ordenó y que tras dos semanas de investigación concluyó que no se había dado un trato diferencial a esa reclusa.