El chef,copropietario del restaurante El Bulli y promotor de la Fundación El Bulli, Ferrán Adrià, aseguró ayer en Santander que entre esta fundación y la Fundación Telefónica «vamos a gastar 20 millones de euros en diez años para ordenar la restauración gastronómica occidental» gracias al uso de las nuevas tecnologías en el denominado Proyecto Sapiens.

Así, aseguró que lo que está haciendo su fundación en la actualidad es «ordenar el conocimiento con una comprensión diferente» para cuando le digan «qué es un tomate», nadie le diga que es «algo natural». Esto se debe, tal y como añadió, a que «la mayoría de las cosas naturales son incomibles, todo lo que se cree que es natural no es natural».

«No confundamos calidad con lo natural», afirmó durante su charla en el 29º Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital.: Estrategias para el mercado único digital, organizado por la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones y Contenidos Digitales (Ametic) y la Fundación Telefónica.

Reinventar la gastronomía

En esta intervención, además, reivindicó que «la gran revolución» de la actualidad no es Internet, sino que el tomate, «que es un fruto y una hortaliza, puede ser clasificado de 50 maneras» gracias a las nuevas tecnologías, al tiempo que detalló que su actual trabajo en El Bulli Lab consiste un proyecto de I+D en el que «hemos tenido que reinventar» lo que significa la gastronomía. Adrià explicó que El Bulli Lab es un grupo de 70 personas de todas las disciplinas que trabaja desde hace aproximadamente un año «sobre cómo van a usar las nuevas tecnologías como nuevo modelo de emprendeduría».

«Somos independientes y no tenemos que rendir cuentas a nadie, es una célula sobre innovación aparte del sistema», defendió, en referencia a El Bulli Lab, que tiene una extensión de 3.000 metros cuadrados en Barcelona y que es un proyecto «fascinante» del que «no hay más información porque no sabemos explicarnos más y es lo que estamos intentando explicar poco a poco». El chef concretó que El Bulli Lab tiene una dotación económica de 800.000 euros, que es un proyecto con el que pretenden «ayudar a la gente» y que él no tiene sueldo asignado. «Soy el primero en llegar y el último en irme», dijo, al tiempo que incidió en que su equipo «tiene la misma pasión» que cuando comenzó con el restaurante.