La traición en Juego de tronos no sale gratis. Los personajes de la popular serie de la HBO bien lo saben. En la pantalla, el precio es la cabeza. En la realidad, el coste es mucho más mundano, aunque algo astronómico: 150.000 dólares, es decir, unos, 130.000 euros. Esa es la multa a la que se enfrentan los figurantes de la producción norteamericana —que ya prepara sus escenarios en Peñíscola— que hablen más de la cuenta. Según fuentes cercanas a la productora, cada figurante ha firmado un contrato de confidencialidad por el que no solo no deben distribuir imágenes del rodaje, sino tampoco filtrar ningún tipo de información. La consecuencia llegaría a través de una demanda y una sanción de 130.000 euros.

La abultada cantidad hace, lógicamente, que sea difícil encontrar extras que quieran dar detalles sobre el desembarco de la producción en la ciudad del Papa Luna. Las complejas tramas, las intrigas y las traiciones son precisamente el punto fuerte de la producción.

Por otro lado desde el Ayuntamiento de Peñíscola resaltaron la buena voluntad y predisposición de todas las instituciones implicadas, desde el consistorio a la Diputación y Consell. De hecho, CulturArts ha eximido a la productora responsable de la serie del pago de las tasas por el uso del Palau de Congressos. El conseller de Cultura, Vicent Marzà, al igual que otras autoridades, ha sido invitado a presenciar el rodaje de esta superproducción, que es seguida por millones de personas en todo el mundo.

Estudio del impacto publicitario

El impacto del rodaje de una serie de la talla de Juego de tronos no es baladí. De ahí que el ayuntamiento ya trabaje sobre un informe para cuantificar el beneficio para la localidad. En el caso de Girona, un informe similar valoró en 3,6 millones de euros el impacto publicitario de la ciudad.