El diseñador valenciano Francis Montesinos estudia con sus abogados emprender acciones legales «que pueda acometer en el futuro inmediato» para que se pueda «restituir completa y definitivamente su buen nombre, honorabilidad y para resarcirse del daño moral y económico» que dice haber sufrido tras su imputación por abusos sexuales en una causa que finalmente se archivó.

Así lo asegura el modisto en un comunicado enviado ayer y en el que explica que recibió el miércoles de sus abogados el auto judicial por el que se sobresee definitivamente y en firme el procedimiento penal incoado contra él.

«Con sentimientos encontrados» „continúa Montesinos„ quiere «agradecer a todos los amigos y todas las amigas su apoyo sostenido y su convicción profunda, basada en el conocimiento de su bonhomía y su incapacidad para cometer los hechos execrables que se le imputaban».

En su escrito, el diseñador califica el proceso como «dieciocho meses de zozobra legal», aunque ahora asegura a Levante-EMV encontrarse «feliz y tranquilo», al tiempo que sostiene que «ya era hora» de que el proceso acabara.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Llíria archivó a finales de octubre la causa que se seguía contra Montesinos por un presunto delito de abusos sexuales, corrupción de menores, pornografía infantil y salud pública. La jueza decretó el sobreseimiento provisional parcial de la causa respecto de Montesinos tras considerar que las diligencias practicadas no le implicaban.

Se trataba de la segunda vez que el Juzgado sobreseía el caso por entender que no existen indicios que impliquen al diseñador de moda valenciano en los hechos investigados.

En junio de 2014, Francis Montesinos fue imputado por supuestos abusos sexuales a dos menores, aunque al mes siguiente el Juzgado sobreseyó de forma provisional la causa contra él.

La Fiscalía recurrió este sobreseimiento, y la Audiencia de Valencia estimó el recurso y ordenó reabrir el caso y practicar las diligencias solicitados por el Ministerio Público.

Finalmente, la jueza instructora concluyó que las nuevas pruebas practicadas «no aportan nuevos datos de los que resulten indicios suficientes para modificar la decisión de archivo» en su día adoptada.

Según concretó, el análisis de los discos duros intervenidos en la vivienda del modisto revelaron que las imágenes que almacenaba son «fotografías de carácter familiar, sin contenido sexual alguno».

Además, «no se desprende la existencia de movimientos bancarios ni interrelación alguna entre el imputado y los padres de los menores de los que pudiera desprenderse algún móvil económico que hubiera determinado que los progenitores de los niños hubieran intentado ocultar lo sucedido».