Las hormigas legionarias, conocidas como marabunta, son capaces de construir puentes entrelazando sus propios cuerpos para superar obstáculos en su hábitat selvático de América Central y del Sur.

Un equipo de investigadores ha descubierto ahora que esos 'puentes' pueden moverse de su lugar original para poder cubrir huecos de mayor tamaño o cambiar de posición si es preciso.

Los puentes dejan de moverse cuando llegan a ser tan largos que los costes añadidos debido a la inmovilización de hormigas en su estructura superan a los beneficios que la colonia obtiene de su existencia para el establecimiento de rutas de abastecimiento. De igual forma, los puentes se desmantelan cuando las hormigas que forman la estructura perciben que las que se mueven sobre ellas se ralentizan por debajo de un umbral crítico.

El co-autor principal del estudio, Christopher Reid, de la Universidad de Sydney, dijo que los resultados podrían aplicarse para desarrollar enjambres robóticos para operaciones de exploración y rescate. Analizando cómo las hormigas maximizan la utilidad, los investigadores pueden ser capaces de crear un simple algoritmo de control para permitir que los enjambres de robots se comporten de manera similar a una colonia de hormigas.