La paz no entiende de creencias ni religiones. Esta es una de las premisas con la que llega a Valencia una exhibición que reúne las reliquias milenarias de Buda, con otras de maestros budistas tibetanos, chinos e hindúes.

Valencia es la última parada de esta exposición, que durante los últimos 14 años ha estado de gira por todo el mundo y que ya ha pasado por más de 68 países y ha sido visitada por cerca de 2,5 millones de personas.

En concreto, serán unas 1.000 reliquias las que se exponen hasta mañana en el centro Sadhana, situado en la calle Alginet, de Valencia. De este millar de reliquias, ocho pertenecen al fundador del budismo, tienen una antiguedad de 2.500 años y han sido donadas por el Dalai Lama.

La gira Maitreya Loving Kindness Tour expone estas reliquias que se asemejan a las perlas. Estas pequeñas formaciones surgen después de incinerar el cuerpo de los maestros y aparecen entre las cenizas de sus restos. «Los budistas creen que las reliquias, en tibetano llamadas ringsel, encarnan las cualidades espirituales de los sabios y grandes maestros, como son el amor incondicional, la compasión y la sabiduría y son producidas deliberadamente por el maestro en el momento de su muerte para seguir beneficiando a los seres», explica David Sanz, del centro budista Nagarjuna en Valencia.

Piezas excepcionales

La excepcionalidad de esta exposición es que estas reliquias fueron recogidas en 2001 por el moderno maestro budista Lama Zopa Rinpoche de todas partes del mundo. Además, rara vez salen a la luz ya que normalmente están encapsuladas de forma permanente dentro de capillas, estatuas, relicarios o estupas (un tipo de construcción propia del budismo para contener reliquias). Muchas de estas piezas se recuperaron de monumentos sagrados en el Tibet cuando fueron destruidos con la invasión China. Incluso para poder verlas en su lugar de origen es necesario un permiso diplomárico, explica Sanz.

Desde el centro recuerdan que «hace tres años vinieron por vez primera las sagradas reliquias a Valencia, tuvo mucho éxito y fueron muchos los que las visitaron. Había un ambiente de recogimiento y serenidad del que todos se beneficiaron». En este sentido, señalan que habrá también ceremonias de bendición en las que se acercan las reliquias a la cabeza de los interesados «quienes manifestarán una sensación de paz inmediata», señala Sanz.

Además, durante los días que las reliquias permanezcan en Valencia, el centro ha programado también otras actividades oraciones por la paz mundial, meditaciones, charlas, conciertos de cuencos tibetanos y hasta bendición de mascotas.

Sanz señala que la exhibición de las reliquias y las actividades está abierta a todo tipo de público, budistas o no, creyentes o ateos. «Vamos a rezar por la paz y eso trasciende a cualquier creencia o religión», señala. Esta será „recuerda„ la última oportunidad de ver las reliquias pues desde Valencia volverán de manera definitiva al interior de la gran estatua de Maitreya en Kushinagar, India.

La gira también cuenta con reliquias de otros 40 maestros budistas de diferentes partes del mundo. En total, más de 1.000 reliquias componen esta colección itinerante «extraordinaria y única en el mundo», concluyen desde el centro.