Leoncio Alonso González de Gregorio y Álvarez de Toledo, actual duque de Medina Sidonia, cree que el juez que ha ordenado a la Fundación Casa Medina Sidonia pagarle a él y al resto de herederos de su madre 33 millones de euros «ha hecho lo que tenía que hacer» con una sentencia que «pone las cosas en su sitio».

El 22 duque de Medina Sidonia hizo ayer estas declaraciones en Madrid tras conocer la sentencia dictada ayer por el juez José Lázaro Alarcón Herrera, titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción (Mixto) nº 1 de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

La sentencia da la razón a los tres hijos de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, conocida como la «duquesa roja», y establece que ésta se excedió al donar más bienes de los que podía a la Fundación Casa Medina Sidonia, formada por su sede, el Palacio de los Guzmanes de Sanlúcar de Barrameda, y su archivo, uno de los más importantes de Europa con más de seis millones de documentos (el más antiguo del siglo XII).

Tratamiento «inaceptable»

El 22 duque de Medina Sidonia lamentó que en este proceso judicial a él y a sus dos hermanos, Gabriel y Pilar, se les haya «públicamente» tratado como si fueran «personas totalmente ajenas al interés público». «Un poco como si fuéramos cuatreros», por plantear su reclamación hereditaria, matiza el duque. Ese ha sido «un tratamiento verdaderamente inaceptable», sostuvo el Duque, que insistió en que él y sus hermanos lo que han reivindicado es su titularidad sobre ese patrimonio.

La sentencia «gracias a Dios ha sido favorable, como no podía ser de otra manera». «Estaba claro en nuestro Código Civil, las leyes son las que rigen nuestro Estado de Derecho que dice muy claro en su artículo 818 que todo bien entregado gratuitamente tiene que ser sometido a las normas de transmisión hereditaria. En este caso esas normas estaban conculcadas y el juez ha hecho lo que tenía que hacer y lo que era previsible: reconocer la inoficiosidad de esas donaciones», explicó Leoncio Alonso González de Gregorio y Álvarez de Toledo.

La reclamación sobre esta titularidad era «mi responsabilidad como Duque de Medina Sidonia», como representante de «26 generaciones ya, desde Guzmán el Bueno» que han «acumulando y preservando ese patrimonio», opinó. «Es una cosa que llevamos en los genes. Esta sentencia me permite cumplir esa vocación innata que llevo dentro», explicó tras reconocer que aún no le ha dado tiempo a estudiar «en detalle» la sentencia, de más de 90 páginas.

El duque añadió que ahora «evidentemente las administraciones tendrán que buscar la manera, de entre todos, de una forma negociada, reconducir una situación de forma satisfactoria y en justicia para todas las partes».

Al mismo tiempo criticó «la actitud que han tenido las administraciones públicas» en este proceso judicial porque han «financiando los costes de defensa de la parte contraría» a la reclamación de los herederos y porque «como ciudadano» le parece, «inaceptable que se utilicen bienes públicos para defender derechos, en este caso, insostenibles».

Situación precaria

El duque de Medina Sidonia también recordó que este pleito se enmarca dentro de la situación creada debido a la precaria situación de la herencia de su madre. «Siempre digo lo mismo, yo tuve que aceptar la herencia de mi madre a beneficio de inventario porque las deudas eran superiores al caudal que ella tenía a su muerte», explicó. Los bienes con los que la duquesa dotó a esta Fundación eran los más importantes que quedaban a la familia a la muerte de ésta, en 2008. Durante el juicio los hijos sostuvieron además que su madre decidió constituir la Fundación y dotarla con estos bienes a raíz de que ellos emprendieran un pleito judicial contra ella para reclamarle el cumplimiento del testamento de su bisabuela Julia Herrera y Herrera.