El cantante valenciano llenó a rebosar el recinto de un público entusiasta que aplaudió constantemente al artista, ésta vez en su faceta más lírica, que interpretó conocidas canciones populares y romanzas y dúos de nuestras más estimadas zarzuelas, así como éxitos suyos de siempre.

Acompañaba a Francisco la banda sinfónica L`Artística Manisense, dirigida por Javier Guna, así como la numerosa formación coral compuesta por el Cor polifónic Societat Musical La Artística manisense, Cor del Collegium Vocale y el Cor Juvenil de L`Artística manisense, dirigidos en conjunto por Cristian García Cavero. Temas tan conocidos como El Relicario, Siboney, María la O, Princesita, alternaron el repertorio con estampas líricas de la zarzuela, sin faltar, por supuesto, el Valencia de Padilla inicial para calentar motores. Hubo una emotiva nostalgia al escuchar temas de La tabernera del Puerto, Luisa Fernanda, con una Mazurca de las sombrillas espectacular; o La Gran Vía, así como romanzas de las inolvidables obras del maestro Serrano Alma de Dios y La dolorosa.

En los dúos, Francisco se acompañó de la excelente tiple ligera Carmen Avivar, y tuvo la colaboración de la magnífica soprano cubana Alina Sánchez, que demostró su categoría en cada una de sus intervenciones. El cantante hizo un repaso por su época más melódica, y acompañado al piano interpretó temas como La chica del póster o A mi manera, así como sus OTIS Latino y A dónde voy sin ti, dedicó Princesita a su nieta y Desde el fondo de mi alma a su mujer, ambas presentes, para rematar con la sinfónica y coros con un extraordianrio Nessum Dorma, que fue largamente ovacionado.

Como cabía esperar, y ante la petición del público, Francisco interpretó el Himne de la Comunitat, que parte de los asistentes corearon con devoción absoluta y la aclamación general. Ello puso el brillante punto final a un concierto vespertino ciertamente extraordinario y apreciable. Hay que felicitar a Francisco, director artístico del montaje, y a la promotora M.A.S. por la iniciativa de éste acontecimiento, así como a la gran orquestación de la banda y coros manisenses.