Científicos en China han logrado por primera vez modificar genes de monos para poder estudiar el comportamiento autista en humanos y la transmisión a su descendencia, revela un estudio publicado ayer por la revista Nature. Uno de los principales retos en la investigación del autismo es en la falta de modelos animales que puedan reproducir los síntomas en humanos. Aunque en los últimos años se han logrado avances en experimentos con roedores, no ha habido hasta ahora modelos de primates no humanos, los cuales reflejan con más precisión enfermedades neuronales complejas.