Las Naciones Unidas e Interpol alertan sobre los principales crímenes que se cometen contra el medio ambiente. Estas dos organizaciones hacen una selección de los delitos ambientales más dañinos, destacando la tala ilegal de árboles y la caza incontrolada de algunas especies. Estas acciones se convierten en algunas de las principales agresiones que sufre el planeta Tierra día tras día.

La destrucción de bosques se enmarca dentro de los delitos forestales. Los últimos datos apuntan a que entre un 50 y un 90% de la madera que se comercializa en algunos países proviene de la tala ilegal de árboles. Además, se calcula que la mayoría de la madera tropical que importan Estados Unidos y la Unión Europea no sigue la normativa.

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Los datos de Naciones Unidas e Interpol indican que el comercio de madera en todo el mundo mueve cada año unos 75.000 millones de euros.

En el caso de la caza, las principales infracciones vienen por la muerte de especies protegidas o en peligro de extinción. Esto ocurre, por ejemplo, con los elefantes, fuente de abusos por el preciado marfil que contienen sus colmillos.

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Este tipo de delitos medioambientales suelen darse, sobretodo, en países en vías de desarrollo donde el control de las autoridades brilla por su ausencia. Este hecho es aprovechado, tanto por las mafias locales como por las organizaciones criminales internacionales para explotar sus recursos naturales.

En este sentido, salen a la luz otras infracciones contra el medio ambiente como son la contaminación incontrolada o el vertido de productos tóxicos al mar, ríos o a la atmósfera.

Este tipo de acciones suponen una auténtica amenaza contra el desarrollo del medio ambiente y son un peligro para la seguridad del ser humano.