El campanario de Curon, sumergido en el lago Reschen, en Italia, alberga una curiosa y misteriosa historia. Un lugar de culto sumergido en un lago desde hace cerca de un siglo a causa de las autoridades austríacas de la época, que decidieron elevar el nivel del agua que circundaba la torre para producir más electricidad. En la actualidad ha quedado como un lugar turístico, pero con una dolorosa historia que también merece la pena conocer.