Una discreta multitud circula entre cruasáns y minibocados en la parte exterior del Veles e Vents. Dentro del edificio, Ricard Camarena atiende a algún medio y se hace fotos con algún admirador. Él y Quique Dacosta abrieron la mañana de ponencias del Culinary action! un evento organizado por el Basque Culinary Center junto a Heineken, que por primera vez eligió Valencia para esta jornada dedicada a los gastroemprendedores. «Valencia está en el mejor momento», recalcaba en un descanso entre ponencias Jose Mari Aizega, director general de la institución gastronómica referente en España.

La convocatoria trataba de reunir a los mejores cerebros en esto de la cocina para dar pistas a quienes un día quieran acercarse a las estrellas „Michelin, se entiende„. El espacio escogido no era casual: quienes lo gestionan afirman que el propósito es convertirlo en epicentro de la innovación gastronómica en la ciudad. Cuentan desde la organización que las doscientas localidades estaban agotadas.

Para esta ocasión, Culinary Action! contó con las experiencias de doce maestros de la gastronomía de la C. Valenciana que transmitieron algunas las claves del éxito de sus proyectos, construyendo un decálogo de lo imprescindible para poner en marcha un negocio. Entre las reflexiones y arengas de los invitados, Camarena y Dacosta coincidían en que los fracasos te permiten agudizar la carencia de talento para ser empresarios, y buscar formación y alternativas para la gestión del establecimiento.

Camarena afirmó que «la clave del éxito es la gestión del equipo y de sus talentos. Para ello hemos tejido una red de operaciones totalmente necesaria en nuestro grupo». «Las Estrellas vienen por lo que eres, no por lo que puedas llegar a ser» concluían ambos cocineros. Otros destacados chefs valencianos coincidían en sus intervenciones en que la creatividad es esencial. Al hablar de gestión «hablamos de personas, de orden, de disciplina y de emociones» afirmaba Manuel Alonso, de Casa Manolo. «A todas estas claves habría que añadir la honestidad en la cocina para lograr un compromiso con el cliente mucho mayor» completaban Kiko Moya y Alberto Redrado, de L'Escaleta, y Miguel Barrera, de Cal Paradis.

A lo largo de las intervenciones se podía extraer un consejo esencial para cualquier emprendedor: «no se necesita un gran capital para lograr formar un local, se necesita creatividad, tesón y paciencia» claves del éxito de Begoña Rodrigo, de La Salita. Alberto Alonso, de Dos Estaciones, añadía que «la innovación y el producto como elementos a tener en cuenta dentro del éxito del local». «La pasión en el negocio es esencial siempre para ir a más», sentenciaba Vicente Patiño, de Saiti. Ellos y algunos más completaron el relato del éxito de la gastronomía valenciana.