Amaresh Fernández era una joven asturiana de 24 años. Falleció el pasado 31 de diciembre en Pravia mientras hacía la siesta en el sofá de su casa. Amaresh había denunciado al gobierno asturiando tras aplazarle a 2020 una operación de estómago que, según sus propios médicos, le habría salvado la vida. Pesaba 125 kilos y padecía obesidad mórbida que ningún médico, ejercicio o pastilla había logrado remitir, fibromialgia y diabetes.

Acudió al Defensor del Paciente que denunció el caso. La respuesta de la Dirección General de Planificación Sanitaria reconoció entonces que cumplía "los criterios clínicos de cirugía bariátrica y había sido incluida en la lista de espera con fecha 18 de agosto de 2015". Le prometieron ser operada antes de 1 año, en agosto de 2016. Cuando no pasó, cuando le volvieron a aplazar la operación a 2020, Amaresh acudió a la prensa y a los tribunales para pelear por su operación. Tampoco entonces se agilizaron los plazos y Amaresh falleció tres meses después, el último día de 2016.

Una carta desgarradora

El Defensor el Paciente ha decidido ahora hacer pública la carta que esta joven asturiana les hizo llegar para denunciar su caso. Desgarradora, en ella pide que la operen. "Yo solo quiero que me operen, me da igual dónde", reclama. "Mi salud, tanto física como mental, cada vez se deteriora más. Tan solo tengo 24 años y llevo una vida de una persona de 80... Hay infinidad de cosas que ni siquiera puedo plantearme hacer por la obesidad que padezco, y cada vez surgen más complicaciones".

En una entrevista el pasado 8 de octubre con el periódico El Comercio, confesaba que se quería operar "porque si sigo así seguro que acabaré muriendo en poco tiempo".