«La transexualidad infantil» es el título de la charla que mañana, a las 21 horas, dará la estrella del porno catalana Nacho Vidal en el Centro de Cultura Contemporánea l'Escorxador. Contará cómo ha enfocado él, como padre, su vivencia con su hija Violeta que con solo seis años, y haciendo gala de una madurez enorme, le dijo que ya nunca volvería a vestir como un niño. Un relato en primera persona de alguien que, aunque en varias ocasiones ha sido calificado de tener actitudes machistas, levantó su voz en diferentes foros contra el famoso bus tránsfobo de Hazte Oír.

¿Y cómo enfocó ese papel de padre de una niña que a los nueve, y de manera clara, entendió que era transexual?

Pues tratando de que ella sea lo más feliz posible dentro de una sociedad que es muy poco empática y profundamente machista. También intentando que sufra lo menos posible, para lo que le enseño a que se aparte de lo malo y se acerque a lo bueno que le ofrece esta vida. Ella tampoco va a aceptar a todo el que le rodea. En definitiva, no quiero que se frustre tratando de convencer a todo el mundo. El que no entienda, o no quiera entender, que ella y otras tantas como ella han decidido ser niñas es un radical y morirá en su radicalismo.

Estuvo colaborando con Chrysallis, una asociación que ayuda y orienta a las familias de menores transexuales. Creo que ya ha dejado de hacerlo. ¿Algún tipo de divergencia?

Mi manera de pensar no conecta con muchas cosas de los movimientos LGTBI. En algunos aspectos, bajo mi punto de vista, son algo drásticos. Yo, por ejemplo, trato de empatizar hasta con el diablo, siempre que a mí me respeten. Por ejemplo, tampoco creo que haya que obligar a todas las escuelas de España a aceptar a niños transexuales. En mi opinión, no hay que forzar a nadie a hacer nada. Yo prefiero que una institución educativa me diga que no acepta a mi hija, porque así sé que es mejor que no vaya, porque no le van a transmitir los valores que a mí me interesan.

Con el autobús de Hazte Oír se le veía algo más batallador...

Por supuesto, porque me pareció una campaña que, en este caso, hizo daño a muchos niños y es algo que no puedo tolerar. Algo que va más allá de la libertad de expresión. Puedo llegar a empatizar con los padres que la defendían, pero también pienso que detrás de todas esas mentes intransigentes hay miedo a que sus hijos puedan sentirse identificados y descubrir que son homosexuales o transexuales. Percibo falta de información.

Alguna vez ha manifestado que las vaginoplastias a las que se enfrentan personas transexuales son una «barbaridad».

Para mí todo es respetable pero creo que es una operación muy fuerte e incluso puede ser peligrosa. Tengo amigas que se la hicieron y que han tenido problemas a la hora de tener un orgasmo o incluso de hacer sus necesidades. Al final, todos nos operamos en esta sociedad para que nos vean más guapas o guapos. Por presión social. Son imposiciones más que elecciones. Incluso la palabra transexual. A mi hija Violeta en casa la vemos como a una niña y no como a una niña transexual. Una niña feliz y preciosa a la que adoro.

En ocasiones le han criticado por comentarios o actitudes tildadas de «machista». Incluso algunas de sus escenas porno.

Lo que puedan decir de mí me resbala bastante. Yo sé quién soy y cómo actúo con las mujeres, y con la gente que quiero. Creo que vivimos un ciclo muy radical en el que cualquier cosa que hagas o digas puede ser tildada de machista. Con respecto a las películas porno, hay algunas en las que aparecen mujeres que sodomizan a hombres. Al final, estas producciones son una escenificación consentida por dos personas. Lo que tenemos que hacer hablar de la vida real.

¿A usted le está ayudando dar estas charlas tan personales?

Yo estoy más que ayudado, pero sé que a muchos otros padres les puede venir bien. Entender, por ejemplo, que no hay que sobreproteger a nuestra hijas e hijos, y dejar que se encuentren con los demonios en el camino. La infancia es difícil para el colectivo transexual y para todo el mundo. Para cualquiera que sea diferente o que le hagan creer que lo es.